Capítulo 1: El comienzo
La historia comienza una noche del mes
de Mayo, concretamente en una universidad de Madrid, algo apartada
del centro de la ciudad. Son las dos y media de la madrugada, cuando
el grito de un hombre despierta a todo el mundo.
El director, y todos los curiosos, se
acercan a una zona de la parte de afuera, donde hay un chico desnudo
muerto en el suelo con una navaja clavada en la frente. Todos se
quedan alucinados y enseguida se llama a la policía y a una
ambulancia.
Todos los estudiantes veían esa
imagen sin saber qué había pasado. Solamente una de las estudiantes
sabía la respuesta, una joven de 20 años llamada Bárbara Muñoz,
la asesina.
Al día siguiente, todos los alumnos
comentan la muerte del estudiante, mientras algunos acuden al
entierro del chico. Javier, un chico algo empollón, ha sido el
elegido por el director para organizar una fiesta por el aniversario
de la universidad.
Él sólo sabe de números, y no tiene
ni idea de organizar una fiesta. La escena comienza cuando Javier
está en la sala de eventos de la universidad:
-¿Quieres que te eche una mano?-dijo
Bárbara.
-¡Bárbara!-dijo Javier-, ¿qué tal?
-Aquí hablando contigo-dijo Bárbara.
-Ya por eso-dijo Javier-, es raro.
-Tú eres aquí el raro-dijo Bárbara-,
adiós.
Javier pudo ver cómo Bárbara
abandonaba la sala. Más tarde, Javier se encontró por los pasillos
de la universidad a Raúl, su único amigo.
-¡Ey Raúl!-dijo Javier-, no te vas a
creer quién se ha acercado hoy a hablar conmigo.
-¿Quién?-dijo Raúl.
-¡Bárbara!-dijo Javier.
-¿Muñoz?-dijo Raúl-, ¿Bárbara
Muñoz?
-Sí-dijo Javier.
-Tú estás flipando tio-dijo Raúl.
-¡Que es verdad!-dijo Javier-, me ha
dicho que soy raro.
-Es que eres raro-dijo Raúl-,
prefieres quedarte en casa con tu ordenador antes que salir y tirarte
a una buena piva.
-Hay gente que tiene preferencias-dijo
Javier-, pero, ¿tú crees que le gusto?
-Yo creo que no-dijo Raúl.
Javier se quedó algo mal pero decidió
seguir preparando la fiesta. En ese momento, el director del colegio
hablaba con el jefe de policía que seguía el caso del joven
fallecido.
-¿Me lo puede repetir?-dijo el
director, Antonio.
-Creemos que el chico fue
asesinado-dijo Félix, el jefe de policía.
-¡Eso es imposible!-dijo Antonio-,
aquí no se puede colar nadie.
-Igual es que no lo hizo nadie de
fuera-dijo Félix.
-¿Está insinuando que lo mató
alguien de dentro?-dijo Antonio.
-O eso-dijo Félix-, o se suicidó,
aunque sería bastante raro. El asesino está en esta universidad.
En ese momento, Bárbara entraba en su
habitación para hacer algo.
Capítulo 2: Ella
BÁRBARA
Supongo que os estaréis preguntando
por qué ha empezado esta historia así, es muy fácil. Yo estaba
hablando tranquilamente con ese chico cuando me dijo que lo que yo
decía era mentira, y eso es algo que no soporto, así que le maté.
Tampoco es tan raro.
Bárbara estaba escribiendo algo en un
cuaderno.
BÁRBARA
Aún no tengo una próxima víctima.
Es la primera vez que mato a alguien y suelto el cadáver, por eso
hay investigación de la policía. Siempre que mataba a alguno lo
llevaba a una cueva que hay por aquí cerca, y la policía pensaba
que el alumno se había fugado.
Bárbara cerró su cuaderno de golpe.
BÁRBARA
Creo que ya tengo próxima víctima.
Probaré algo nuevo, un rarito.
Llegó la oscuridad de la noche.
Javier estaba en su casa preparando un experimento en el que se
obligaba a decir la verdad, pero nunca le funcionaba.
En ese momento llamaron a la puerta.
Javier se acercó y la abrió: era Bárbara.
-¡Bárbara!-dijo Javier-, ¿qué
haces aquí?
-He venido a verte-dijo Bárbara.
-¡Qué ilusión!-dijo Javier-,
¿quieres tomar algo?
-Sangre-dijo Bárbara.
-¿El qué?-dijo Javier.
-¡Es broma tonto!-dijo Bárbara-,
tráeme un copazo.
-Ahora mismo-dijo Javier.
Javier fue a la cocina. En ese
momento, Bárbara se levantó y sacó del pantalón un cuchillo
grande. Cuando comenzó a andar para la cocina, sonó el timbre y
tuvo que esconderlo.
Javier salió de la cocina y abrió la
puerta: era Raúl.
-¡Vamos tío que salimos de
marcha!-dijo Raúl.
-Imposible-dijo Javier-, estoy
ocupado.
-¡Otra vez los ordenadores!-dijo
Raúl.
-No es eso-dijo Javier-, tengo
compañía.
Raúl se asomó y pudo ver a Bárbara.
-¡Ostras tío!-dijo Raúl-, ¡qué
cabrón! Mañana me cuentas.
Raúl se marchó. Javier le entregó
su copa a Bárbara y se sentaron los dos en el sofá. Después de
hablar un poco, los dos se acostaron.
Capítulo 3: Intento
Amaneció al día siguiente. Javier
estaba durmiendo en su cama, cuando Bárbara se levantó, cogió el
cuchillo y se preparó para matarle, pero un golpe de la ventana hizo
que Javier se despertase y la viese.
Al verla pegó un grito y salió a la
calle corriendo. Al gritar que le querían matar, en pijama, todos
creyeron que estaba loco. Javier fue corriendo a casa de Raúl.
-¿Qué pasa tío?-dijo Raúl-, ¿y
qué haces en pijama?
-Tío ha sido horrible-dijo Javier-,
¡me ha intentado matar!
-¿Quién?-dijo Raúl.
-¡Bárbara!-dijo Javier.
-¿Matar?-dijo Raúl-, sería sexo.
Algo raro para ti, y que igual lo confundiste.
-¡Qué no!-dijo Javier-, que no es
nada de eso.
En ese momento llamaron al timbre y
Raúl miró por la mirilla.
-Es Bárbara-dijo Raúl.
-¡AH!-dijo Javier-, ¡no la abras!
-Tío, no me trago la tontería
esa-dijo Raúl-, Bárbara es súper pija, no una asesina.
Raúl le abrió la puerta.
-¡Cari dónde estabas!-dijo Bárbara.
-¡Aléjate de mí asesina!-dijo
Javier.
-¿Asesina?-dijo Bárbara.
-Déjale-dijo Raúl-, no está
acostumbrado al sexo y le ha sentado mal.
-¡No estoy loco!-dijo Javier-, ¡es
una asesina!
-Anda cariño vámonos-dijo Bárbara.
-Yo me quedo aquí que tengo que
ayudar a Raúl con una cosa-dijo Javier.
-Te veo esta noche entonces, en la
fiesta-dijo Bárbara.
-Adiós-dijo Javier cerrando la
puerta.
Raúl se quedó asombrado con lo que
decía Javier.
-Esta noche-dijo Javier-, os
demostraré a todos que ella es una asesina.
Capítulo 4: La fiesta
Todos los alumnos fueron por la noche
a la fiesta aniversario de la universidad. Javier lo estaba
preparando todo para que Bárbara confesase que ella es la asesina.
BÁRBARA
Una fiesta, y a oscuras, un sueño
hecho realidad. Esta noche será mi nuevo asesinato, tengo muchas
ganas de arrancarle el corazón a Javier.
Raúl también estaba en la fiesta, ya
que quería disfrutar y ligar un poco sin pensar en lo que había
dicho Javier sobre Bárbara.
La fiesta era un éxito. Javier se
coló disfrazado y puso un poco de su experimento en la copa de
Bárbara.
-Nunca me ha funcionado-dijo Javier-,
este es el momento en el que tiene que hacerlo.
Javier fue a la parte superior de la
sala y esperó a que los efectos comenzasen. Cuando llegó la hora se
preparó:
-¡Bárbara Muñoz!-dijo Javier-, ahí
la tenéis compañeros. ¿Una simple estudiante? ¿Qué oculta bajo
ese disfraz de pija? Yo os lo diré: ¡asesina!
-¡Tío quieres bajar y dejar de decir
tonterías!-dijo Raúl.
-¡No son tonterías Raúl!-dijo
Javier-, que lo diga ella. ¿Eres o no la asesina Bárbara?
-Sí-dijo Bárbara.
Todos la miraron alucinados.
-Digo-dijo Bárbara-, ¿por qué he
dicho eso?
-Ahí tenéis la respuesta-dijo
Javier-, lo mejor será llamar a la policía. ¡Todos a ella!
En ese momento, los alumnos fueron
hacia ella pero Bárbara sacó dos pistolas y comenzó a apuntar.
-El que dé un paso más-dijo
Bárbara-, se llevará una bala de marcha, y para que veáis que digo
la verdad.
Bárbara comenzó a disparar a las
paredes hasta que la reventó y huyó de la sala. Javier bajó abajo
y la vio huyendo.
-No le durará mucho la libertad-dijo
Javier-, pronto la atraparé.
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