domingo, 9 de agosto de 2015

Red Social: La Película-Primera Parte

Capitulo I: La desaparición y el último mensaje:
Era la media noche del 21 de Septiembre de 2011. El móvil de Cristian sonó, pero esta vez no era por un mensaje del twenty. Era la madre de Víctor que le llamaba para decirle que su hijo no estaba en el punto en el que se suponía que Víctor había topado con una trampa para animales. Cristian le explico todo con más calma y la madre de este no salía de su asombro al saber que su hijo seguía vivo pero ahora la preocupaba su paradero. Su dilema era "tengo un hijo que daba por muerto y ahora lo que esta es desaparecido, no sé qué sería mejor".

Cristian accedió de nuevo a la red social de twenty para comprobar si los datos que Víctor le había dado eran correctos y cuando volvió a leer el último mensaje recibido volvió a quedarse intrigado. Lo último que decía Víctor era: "Ma e aq. aya pfv". Cristian sabía que Víctor estaba desangrándose y no podía estar pendiente al 100% en su escritura pero ese mensaje era muy enigmático. Pensó que quizá se equivocó y mando el mensaje por error pero descarto esa idea al darse cuenta de que no era casualidad. Víctor le quería decir algo. Parecían iniciales de alguna palabra. Consiguió descifrar algo: "aquí" y "por favor". Entonces de momento ya sabía algo que era: "Ma e aquí. aya por favor". Aun así le supo a poco, era imposible de descifrar.

Capítulo II: Un día "normal"
Ya era de día, concretamente las 8 de la mañana del Jueves 22 de Septiembre de 2011. Cristian estaba tumbado encima de la cama con el móvil encima del regazo. No había podido pegar ojo en toda la noche en consecuencia de que Víctor estaba desaparecido y no sabía si aún con vida.

La madre de Cristian que estaba al tanto de todo lo que ocurría con Víctor le dijo a Cristian que se quedará en casa en lugar de ir al instituto ya que no podría estar de ánimo para afrontar las clases. Aun así Cristian decidió ir al instituto y así averiguar si alguien más sabía algo de Víctor.

Al llegar al instituto se dio cuenta de que para todos los demás era un día normal y sospecho que nadie más sabía nada. Pero faltaba alguien en clase, ¿Quién? ¡Mario! Era cierto que era un chico rebelde y al que poco gustaban las clases pero por obligación de sus padres acudía todos los días. Rápidamente según vio que Mario no estaba en clase a Cristian se le vino a la cabeza otra palabra del último mensaje de Víctor: "Mario e aquí. Aya por favor".


Capítulo III: Mensaje resuelto
Cristian estaba en clase de matemáticas aunque realmente en su cabeza había otro tipo de cálculos, los de la última frase de Víctor. En medio de un silencio absoluto en la clase Cristian exclamó: "¡Joder!¿Cómo no lo he sabido antes?" y salió corriendo del aula.

Cristian acababa de averiguar el último mensaje de Víctor: "Mario está aquí. Ayuda por favor".
Ahora todo tenía sentido. Víctor había desaparecido por culpa de Mario que o bien le rescato de la trampa y le secuestro o le dejo morir en la trampa y se llevó su cadáver.

Cristian llamo por teléfono a Mario y lo tenía apagado y en un intento de esperanza llamo al número de Víctor y... ¡Estaba encendido! El móvil daba señal de llamada. Cristian decidió esperar siete tonos y antes de que sonará el octavo y en consecuencia el buzón de voz, el móvil de Víctor fue descolgado.


Capítulo IV: La última llamada
¿Hola?- dijo Cristian esperando una respuesta al otro lado del teléfono. Estuvo así durante al menos dos minutos y cuando estaba ya al borde de la desesperación Cristian rompió a llorar y entonces escuchó una voz que venía del móvil: "¿Hay alguien? ¿Cristian?" Cristian contesto rápido y empezó a lanzar preguntas a Víctor del tipo "¿Estas bien?¿Dónde estás? ¿Qué pasa con Mario?". Víctor le dijo que por el momento se encontraba bien y le dijo que apenas le quedaba batería en el móvil y que no sabía dónde estaba, solo le pudo decir que estaba rodeado de árboles pero que no era el mismo bosque que el de anoche y justo cuando acabo de pronunciar su última palabra el móvil de Víctor se colgó. Se había quedado sin batería.

A pesad de todo Cristian se quedó un poco más aliviado al saber que Víctor estaba bien, pero poco le duro el alivio ya que pronto volvió a sentir la angustia del principio. No podía comunicarse con Víctor y la única pista que tenía era que estaba en un bosque distinto al de su pueblo en el que estaba anoche. Otra vez tocaba descifrar.



sábado, 8 de agosto de 2015

Cinema Movie

Capítulo 1: El Ladrón


Comienza una mañana de verano. Arancha Martínez se despierta para ir a trabajar una mañana más, aunque en realidad, su trabajo es en su casa. Arancha tiene una peluquería ilegal en su piso con una terraza de cinco metros cuadrados. Nunca olvidó cuando su marido Fernando murió por comprarle el piso: "Recuerda Arancha, yo siempre estaré contigo, lucha hasta el final". Después de desayunar llegó su ayudante Alan, que trabajaba por las tardes en un cine de la localidad. También Sofía, una chica obsesionada con sueños extraños de laberintos. Los tres comenzaron su jornada laboral como todos los días. Justo en ese momento, un rayo cayó sobre la casa y alguien robó algo que había en ella. Los tres se levantaron y descubrieron que el ladrón había escapado, pero había dejado algo: una foto.


Los tres vieron que era una foto de la catedral de Santiago de Compostela, por lo que decidieron hacer el Camino de Santiago para intentar atraparle. Al día siguiente, los tres comenzaron a realizar el Camino de Santiago para poder pillar al ladrón. En la mitad, descubrieron una huella con un nombre: Olma. Los tres descubrieron a un gurú haciendo yoga cerca de un albergue. Fueron corriendo a preguntarle sobre el ladrón. Éste les dijo que no sabía nada, pero que podía ayudarles en sus relaciones por diez mil euros a la semana. Los tres decidieron darle una paliza por si sabía algo más, pero se equivocaron. Por la tarde, decidieron descansar en una posada, allí vieron al ladrón tomándose una caña pero consiguió escapar dejando otra pista: el cine donde trabajaba Alan.


Capítulo 2: La Sala


Al día siguiente, los tres se prepararon para ir por la tarde a la sala de cine, allí el ladrón iba a volver a robar algo. Arancha, revisando su casa, descubrió que le habían robado el secador de su abuela, y era un objeto muy querido para ella. Por la tarde, Alan les abrió la puerta de atrás para que se colasen. Los tres se escondieron para intentar encontrar al ladrón. Allí vieron como el ladrón se llevó una parte de la tela de la pantalla. Los tres intentaron detenerle pero no hubo manera. Vieron que ladrón había dejado una nueva pista: era un mapa de una isla. Al día siguiente, fueron a la isla a intentar encontrar lo que se ocultaba, que el mapa ponía que era algo poderoso. Los tres fueron hasta la zona y descubrieron que había enterrado algo, lo desenterraron y descubrieron que era la primera edición del Monopoly.


Alan cogió los dados y tiró. La ficha de la plancha comenzó a moverse sola hasta que cayó en la casilla de la cárcel. En ese momento, la isla comenzó a crecer hasta que se convirtió en una especie de laberinto gigante. Sofía había tenido ese tipo de sueños. Justo en ese momento, apareció una pantalla donde el ladrón les daba la bienvenida al laberinto gigante. Les señaló tres puertas. Sólo una daba con la salida, pero cada uno tenía que entrar por una distinta. Alan entró por la de la izquierda, Arancha por la del medio y Sofía por la de la derecha. Alan se encontró con un niño pequeño en un parque. Éste le dijo que llevaba mucho tiempo atrapado en el laberinto, pero que juntos podían escapar, ya que tenía poderes. Los dos comenzaron a buscar juntos una salida.


Capítulo 3: El Edificio


Arancha encontró el rellano de un edificio. Allí pudo ver un gran árbol de Navidad. En ese momento, apareció una señora anciana llamada Inma, que llevaba mucho tiempo atrapada en el laberinto. Le dijo que si conseguían encontrar la estrella del árbol de navidad, conseguirían salir del laberinto. Las dos comenzaron a buscar el adorno. Mientras, Sofía se encontró en un una especie de edificio antigüo. Todo estaba a oscuras. En ese momento, encontró una cámara en el suelo. Apareció un chico, Ángel, diciéndole que llevaba mucho tiempo atrapado en el laberinto y que tenían que salir juntos, pero para eso tenía que grabar primero todo lo que viese a su alrededor. Sofía comenzó a grabar, el suelo, las paredes, y una especie de zombies que comenzaron a aparecer desde el piso de abajo.


Mientras, Alan y el niño se encontraron con una chica llamada Jilda Valan, que estaba buscando al ladrón, ya que le había robado un poderoso virus y tenían que detenerle. Los tres se vieron delante con muchos zombies. Jilda comenzó a disparar y Pedrito, el niño, a levantarlos con la mano. Alan vio que delante de ellos había un edificio, por lo que los tres decidieron entrar. Allí se encontraron con Arancha e Inma, que habían conseguido encontrar el adorno de navidad, pero tuvieron que huir con los otros tres al piso de arriba por los zombies. Se metieron en el ático. Allí se encontraron con Sofía y Ángel, que seguían grabándolo todo para poder salir del edificio, ya que ninguna de las tres puertas había conducido a la salvación. En ese momento, los siete escucharon un ruido: no estaban solos.


Capítulo 4: La Secuaz


Los siete encendieron las luces y encontraron la puerta de la salida al fondo. Pero en ese momento, apareció una joven vestida de pija con una pistola. Se llamaba Nosexysíkiller. Pedrito le quitó la pistola con sus poderes, y Jilda le disparó en todo el pecho. Los siete cruzaron la puerta y se encontraron de nuevo en la isla. Vieron como el ladrón estaba huyendo en un barco pirata, por lo que los siete se subieron en otro barco para poder escapar. Alan consiguió dirigir el timón genial, ya que se apellidaba Sparrago, como su padre. Los siete intentaron alcanzar al ladrón por mar. Justo cuando le alcanzaron, decidieron abordar el barco del ladrón. Éste se encontraba en un callejón sin salida, por lo que decidió entregarse. En ese momento, el barco chocó contra un gran bloque de hielo.


El ladrón comenzó a volar y despareció en el cielo. El barco estaba comenzando a hundirse, y únicamente había un bote. Ángel y Alan decidieron que se montasen las mujeres y los niños. Arancha, Sofía, Inma y Jilda se montaron y comenzarón a remar para poder encontrar tierra. Ángel y Alan ya daban todo por perdido, pero justo en ese momento Ángel descubrió que también tenía poderes y se teletransportaron a la ciudad, al piso de la peluquería ilegal. Cuando llegaron, fueron a la costa de la comunidad valenciana para rescatar a los demás. Todos se abrazaron, pero sabían que tenían que detener al ladrón porque, más tarde o más temprano, iba a volver a actuar por lo que decidieron contratar a una detective privada para atraparle, llamada Loren Labrel.



domingo, 2 de agosto de 2015

Regreso al Futuro

Capítulo 1: Año 2013

La historia comienza una mañana de otoño del año 2013. Marcos, un joven de 17 años, sale del instituto donde todos sus compañeros se ríen de él. Él intenta pasar pero cada vez es humillado de formas peores. Además, gracias a esto, no puede acercarse al amor de su vida, Lorena. Esta tarde, Marcos estaba durmiendo cuando recibió una llamada de teléfono de Eduardo, un científico acusado de locura de la región de Torrejón de Ardoz. Edu le dice que tiene que quedar con él esa misma noche en las afueras de la ciudad. Cerca de las diez de la noche, Marcos acude al lugar pero no encuentra a nadie. Segundos después, un destello de luz aparece en la zona seguido de un delorean. Del coche sale Edu. Marcos se queda de piedra al ver lo que ha ocurrido pero más cuando Eduardo le dice que es una máquina del tiempo.

Por un momento, Marcos comienza a pensar que las locuras que se hablan de Eduardo pueden ser verdad hasta que ve el coche por dentro. Descubre el contador de fechas y el condensador de fluzo, el motor de la máquina del tiempo. Los dos se suben en el coche y programan como fecha el 23 de Febrero de 1981, el día del intento del golpe de estado en España. Los dos tienen que poner el coche a 185 kilómetros por hora para poder viajar en el tiempo. Cuando consiguen llegar a esa velocidad, comienzan a salir de nuevo las luces del coche y se ven en la misma zona. Marcos se baja del coche y coge un periódico de una papelera: efectivamente están en 1981. Marcos se queda alucinado de que la máquina del tiempo funcione de verdad. Cuando los dos intentan regresar ocurre algo.

Capítulo 2: La Rotura

Los dos descubren que una de las ruedas se ha pinchado y sin esa rueda no podrán alcanzar la velocidad para poder regresar al 2013. De esta forma los dos deben encontrar una rueda para poder cambiarla y regresar a su año. Deciden esconder el coche y viajar hasta Madrid. La gente se queda alucinada con sus ropas en el tren. Ambos intentan pasar desapercibidos hasta que llegan a Madrid. Allí cogen un autobús para poder ir a una fábrica de coches a poder comprar la rueda, lo malo que no tienen dinero de esa época. Edu decide empeñar su reloj y consigue dinero. Los dos compran la rueda pero cuando intentan regresar a la estación de Atocha descubren que ya ha comenzado el intento del golpe de estado y algunas carreteras y servicios han sido paralizados. Los dos intentan pasar por el centro pero dos militares, por sus ropas, les detienen y les dejan encerrados.

Los dos intentan escaparse y lo consiguen una vez que finaliza el intento del golpe de estado. Los dos regresan al coche y cambian la rueda. Se montan y consiguen regresar a la misma noche del año 2013. Marcos regresa a su casa quedando con Edu al día siguiente para poder profundizar en la máquina. Al llegar a casa se encuentra en la puerta a Lorena que había pasado para pedirle unos apuntes. Marcos, a punto de decirle lo que siente por ella, deja que se marche. Marcos sabe que algún día tiene que decirle a Lorena lo que siente por ella, pero no sabe si será capaz. Cuando se mete en la cama recibe una llamada de Eduardo: ha ocurrido algo terrible.


sábado, 1 de agosto de 2015

BuenAgente



Capítulo 1: La sorpresa


La historia comienza una mañana del mes de Septiembre, en el año... digamos 2011. Sebas, un policía municipal de 40 años, ha decidido montarle una fiesta sorpresa a su mujer Lola por su 40 cumpleaños para que sienta menos vieja.


Para ello ha convencido a sus dos hijos, Álex de 15 años, y Natalia de 17 años. También le ha costado convencer a su suegra Casilda de... bueno la edad en este caso no se dice, porque no es bueno decir que tiene 60 años. Casilda vive en uno de los pisos de enfrente junto con su hijo Teo, de 32 años, un caso aparte y hermano de Lola. Sebas decide invitar también a su mejor amigo de toda la vida, Agustín, de 42 años, psicólogo. Y no podían faltar su gran amigo Pascual, de 39 años, que regenta el bar del barrio. Y a la mujer de Pascual y amiga de Lola, Charo de 38 años, que regenta la farmacia del barrio. El matrimonio vive en la casa de al lado.


Justo cuando están todos preparados llaman al timbre Ana y Olivia, de 32 y 34 años de edad respectivamente. Viven en uno de los pisos de enfrente y son las inquilinas de Pascual y Charo, y acuden a verles por un pequeño problema "sexual" de Ana, atada con unas esposas al cabecero de la cama.


Justo en ese momento, todos se esconden y Lola entra por la puerta. Cuando Sebas le va a dar la gran sorpresa Lola le dice que quiere separarse de él. En ese momento salen todos y dicen "SORPRESA". Sebas se queda alucinado y todos, al ver la situación, se van del piso. Nata y Álex se van a sus habitaciones.


-¿Cómo?-dijo Sebas.


-Verás Sebas-dijo Lola-, llevo un tiempo pensándolo y creo que deberíamos separarnos. Esta relación no funciona.


-¿En qué te basas para decir eso?-dijo Sebas.


-En que ya no hacemos casi cosas juntos, no follamos por decirlo así, y varias cosas que no quiero decir-dijo Lola.


-No, no-dijo Sebas-, dílas.


-No quiero decirlas-dijo Lola-, lo siento pero he tomado esa decisión.


-De acuerdo-dijo Sebas-, ya te arrepentirás.


Sebas cogió y salió de la casa. Lola por fín le había dicho a Sebas lo que llevaba ya un tiempo queriendo decirle.


Capítulo 2: Las reacciones


Al día siguiente, la noticia de la serparación entre Lola y Sebas era una gran noticia. En al bar de Pascual, Teo le comentaba que igual su hermana tenía otro hombre.


-Fijo-dijo Pascual-, pero eso no se lo digas al Sebas.


En la farmacia, Olivia y Charo no podían evitar comentarlo con Casilda.


-Ya le diré tres cosas bien dichas a mi hija-dijo Casilda-, está cometiendo un gran error.


-O no señora Casilda, porque igual su hija ya no le quiere-dijo Olivia.


-Eso es una tontería-dijo Charo-, además tú que sabrás, si no te comes una rosca.


Esas palabras hicieron daño a Olivia que a la salida del trabajo subió corriendo a casa y se encerró en la habitación a llorar. Cuando llegó Ana, fue a la habitación a hablar con su amiga.


-Olivia no le hagas caso-dijo Ana-, bastante tiene ella con aguantar a su marido.


-Pero es que tiene razón-dijo Olivia-, jamás voy a encontrar a nadie. Soy fea.


-No eres fea-dijo Ana-, y te lo voy a demostrar. Mañana nos vamos de juerga.


-No-dijo Olivia.


-No acepto un no por respuesa-dijo Ana.


Las dos amigas se abrazaron. Por la noche, Lola salió de su casa y se dirigió a un parque. Allí se encontró con su amante: Agustín.


-Esto no puede seguir así-dijo Lola-, tenemos que contar que estamos juntos.


-No lo veo como una buena idea-dijo Agustín-, Sebas me mata.


-Sebas tendrá que aguantarse-dijo Lola-, llevamos ya seis meses a escondidas.


Capítulo 3: De juerga


Lola y Agustín decidieron esperar unos días para saber si decirlo ya o esperar un tiempo. Al día siguiente, Pascual se presentó en casa de Ana y Olivia para cobrar el alquiler. Éstas le digeron que aún no lo tenían. Pascual les dio un ultimátum: o el alquiler, o a la calle. Ana y Olivia lo tenían claro: tenían que buscar un compañero de piso.


Más tarde, Sebas se presentó en casa de Lola para ver a los niños. Aprovechó para intentar hablar con Lola y arreglar las cosas pero lo único que consiguió es recoger todas sus cosas y marcharse de la que había sido su casa los últimos 20 años.


Olivia vio a Sebas y le ofreció la habitación que tenían disponible. Sebas aceptó, pero la idea no le hizo mucha gracia a Ana. Más tarde, Álex y Natalia volvieron de clase e intentaron hablar con su madre para que arreglase las cosas con su padre, pero tampoco consiguieron nada.


Por la tarde, Teo fue a ver a su amigo Toni, el que le pasaba algo de maría. Cuando la había conseguido, Toni sufrió un infarto en mitad del parque. Teo aprovechó para coger la bolsa de su amigo con toda la maría y llamar a una ambulancia después.


Por la noche, Olivia y Ana salieron de juerga para que Olivia ligase. Sebas estaba muy cómodo disfrutando de su nueva casa. Justo cuando iba a ver una peli, llamaron al timbre: era Agustín.


-Me alegro de verte-dijo Sebas-, necesito un amigo en estos momentos.


-Para eso estamos-dijo Agustín.


-Te voy a confesar algo-dijo Sebas-, creo que Lola está con otro.


-No lo creo-dijo Agustín-, seguro que serán suposiciones tuyas.


-No lo son-dijo Sebas-, y en cuanto le encuentre, le mato.


Agustín se asustó un poco y fue a ver a Lola para decirle que aún no podían contar lo suyo. Lola empezó a pensar que igual Agustín no confiaba en la relación. Al día siguiente, Olivia se despertó en su cama con una resaca increíble y de nuevo, sola.


Capítulo 4: La venta


Olivia fue al salón pero no había nadie. Al rato salió Sebas para prepararse el desayuno.


-Sebas-dijo Olivia-, ¿y Ana?


-En su habitación con algún maromo-dijo Sebas.


En ese momento, salió un chico guapísimo de la habitación de Ana y se marchó de la casa. Al momento salió Ana.


-¡Estoy harta!-dijo Olivia-, ¡soy fea! Siempre ligas tú y no yo.


-Ayer fue una noche complicada-dijo Ana-, hoy lo volvemos a intentar.


-No-dijo Olivia-, yo hoy no salgo. Y me voy a duchar que me tengo que ir a trabajar.


Al rato, Lola fue al bar, ya que había quedado con Charo, la única que sabía lo suyo con Agustín.


-No creo que se esté echando para atrás en vuestra relación-dijo Charo.


-Yo ya no sé qué pensar de verdad-dijo Lola.


-Lo que tienes que hacer es decírselo ya a Sebas-dijo Charo-, en cuanto no tengáis que esconderos, irá todo mucho mejor.


Por la tarde, Teo había quedado con unos amigos para venderles algo de marihuana y sacarse unas pelillas gracias al fallecimiento de su amigo. En ese momento, apareció un coche de policía y no tuvo más remedio que tirar la marihuana a una fuente.


Capítulo 5: La decisión


Al día siguiente, Ana se encontró al salir de su casa con Teo, que le vio algo frustrado. Ana decidió invitarle a un café para hablar las cosas. Tras un rato, Teo estaba empezando a sentir algo muy especial por Ana.


Por la tarde, Lola había decidido contarle a Sebas que su novio era Agustín. Por lo que decidió no decirle nada a éste por si acaso. Sebas apareció en casa de Lola y se sentó en el sofá.


-Sebas tengo algo que decirte-dijo Lola.


-Te perdono-dijo Sebas.


-¿Cómo?-dijo Lola.


-Que te perdono todo esto que ha pasado y que volvemos a estar juntos-dijo Sebas-, ahora voy a por mis cosas.


-No Sebas-dijo Lola-, no era eso.


-¿Entonces?-dijo Sebas.


-Quiero que te enteres por mí-dijo Lola.


-¿De qué?-dijo Sebas.


-Estoy con alguien-dijo Lola.


-¿Qué?-dijo Sebas-, ¿con quién?


-Eso ahora mismo no puedo decírtelo-dijo Lola.


-¿Con quién?-dijo Sebas.


-Con Agustín-dijo Lola.


-¿Cómo?-dijo Sebas.


domingo, 26 de julio de 2015

Resident Evil

Capítulo 1: La llamada


La luz del sol desapareció para dar lugar a la noche. Un coche llega a la comisaría de policía de Raccon City, una ciudad estadounidense. Del coche de baja Mark Often, un chico de 20 años que comenzó ese día en el cuerpo de policía. Unos minutos después, el comisario de policía le mostró a Mark su mesa. Allí Mark observó a una chica que estaba un par de mesas de la suya. Pudo leer su nombre escrito en un cartel en la mesa: Jill Valantine.


En ese momento sonó el teléfono de la mesa de Mark. Éste descolgó el teléfono. Mark sólo pudo escuchar un grito de una mujer pidiendo ayuda. Mark fue corriendo hasta el despacho del comisario. Éste decidió localizar la llamada para saber quién había llamado. Minutos después, el comisario le informó que la llamada procedía de una casa situada a las afueras de Raccon City. Mark decidió ofrecerse voluntario para ir a saber qué es lo que pasaba. El comisario estuvo de acuerdo.


Mark cogió el coche y se puso en camino hacia la casa esperando que la mujer que había realizado la llamada estuviese bien. Cuando llegó a la casa, no encontró a nadie fuera por lo que decidió entrar. Una vez que entró en la casa pudo ver que estaba totalmente a oscuras y no se escuchaba nada.


-¿Señora?-dijo Mark-, ¿hay alguien?


Nadie contestó. Mark continuó avanzando por el salón y se acercó a una de las mesas. Pudo observar la foto de una mujer que se parecía muchísimo a su madre. En ese momento, escuchó un grito de una mujer arriba.


Capítulo 2: El primero


Mark subió corriendo las escaleras con su pistola preparada por si tenía que disparar. Entró en una habitación pero no encontró nada hasta que se fijó mejor y descubrió algo de sangre. Se fue hasta la siguiente habitación, donde volvió a encontrar sangre, pero en esta ocasión era cuavulada, algo que era imposible, ya que la sangre sólo alcanzaba ese estado después de la muerte. Mark escuchó en ese momento un ruido proveniente del final del pasillo.


Salió de la habitación y pudo ver como un hombre se acercaba lentamente hacia él. Mark pudo observar que estaba lleno de sangre que no era suya.


-¡Quieto!-dijo Mark.


El hombre continuaba avanzando hacia él.


-¡Le he dicho que se esté quieto o disparo!-dijo Mark.


El hombre se paró y miró a Mark. En ese momento se avalanzó sobre él intentando morderle. Mark consiguió quitárselo de encima. El hombre volvió a avalanzarse sobre él. Mark no tuvo más remedio que dispararle en el pecho.


-Estaba loco este tío-dijo Mark.


Mark comenzó a avanzar por el pasillo pero pudo escuchar de nuevo el ruido. Mark se giró y pudo ver como el hombre volvía a levantarse como si nada.


-No puede ser-dijo Mark.


Mark comenzó a dispararle en el pecho pero el hombre seguía avanzando. En ese momento Mark le disparó a la cabeza. El hombre cayó al suelo y ya no se levantó.


Capítulo 3: Compañía


-¿Qué coño es esto?-dijo Mark.


Mark volvió a escuchar de nuevo un ruido, en esta ocasión en el salón de la casa. Mark bajó las escaleras despació. Al llegar al salón vio a alguien que le resultaba familiar.


-¿Jill?-dijo Mark.


Era Jill Valantine, su compañera de la comisaría.


-Estás aquí-dijo Jill.


-¿Qué haces aquí?-dijo Mark.


-El jefe me mandó para ayudarte, porque no dabas señales de vida-dijo Jill.


-Por poco no salgo de esta-dijo Mark.


-¿Cómo?-dijo Jill.


-Había un hombre que estaba como loco-dijo Mark-, intentó morderme y por más que le disparaba en el pecho no se moría, tuve que dispararle en la cabeza.


-¿Me estás vacilando no?-dijo Jill.


-¿Tengo cara de estar vacilando?-dijo Mark.


-Lo mejor será que salgamos de esta casa cuanto antes-dijo Jill-, tenemos que encontrar a esa mujer.


Los dos decidieron buscar en el piso de abajo a la mujer que había llamado pidiendo socorro. En ese momento, los dos volvieron escuchar a la mujer gritar.


Capítulo 4: La mujer


Jill y Mark consiguieron llegar hasta un salon donde se encontraba la mujer, muy asustada.


-¿Está bien?-dijo Mark.


-¡Tenemos que salir de aquí!-dijo la mujer-, me quieren morder.


Mark miró delante suyo y pudo ver a cinco personas llenas de sangre que se acercaban hacia ellos.


-¡Jill disparáles!-dijo Mark.


-No pienso disparar a nadie porque sí-dijo Jill.


-Son como el hombre de antes-dijo Mark-, en la cabeza.


Los dos policías comenzaron a dispararles en la cabeza pero vieron como detrás de ellos se acercaban cerca de cinco más.


-¡Salgamos de aquí!-dijo Mark-, ¡vamos!


Los tres comenzaron a correr hasta la entrada principal y consiguieron salir. Los dos se montaron cada uno en su coche. La mujer se montó en el coche de Mark.


-Todo va a salir bien-dijo Mark-, ¿cómo te llamas?


-Me llamo Alice-dijo la mujer-, trabajaba como sirvienta en la casa.


-Todo ya ha pasado-dijo Mark-, no te preocupes.


Mark y Jill llegaron con Alice a la comisaría y le informaron al comisario de lo que les había ocurrido en la casa. El comisario mandó a un equipo de cinco personas para que fuesen a la casa para averiguar qué había pasado. Una ambulancia llegó para llevarse a Alice para curarla de las heridas que tenía.


Mark y Jill pensaban que sus compañeros iban a conseguir acabar con lo que había pasado. ¿Lo conseguirían?






























































sábado, 25 de julio de 2015

Araceli Madariaga: La Película

Capítulo 1: Un nuevo despertar 07:58…07:59… ¡08:00! “Son las ocho, son las ocho, son l...”. -¡Estúpido reloj!-dijo Fabio. Fabio tardó unos minutos en levantarse de la cama, ya que le cuesta madrugar. Salió de la habitación con el pijama puesto y fue a la habitación de al lado. Allí estaban dos señoras mayores durmiendo cada una en su cama. Izaskun era la única que roncaba de las dos. -¡Vamos arriba!-dijo Fabio. -¿Ya son las ocho?-dijo Izaskun algo dormida. -¡Obvio!-dijo Fabio, y con esto salió de la habitación. Fabio fue a la cocina. El reloj marcaba las 08:12 de otra calurosa mañana de verano. Se preparó una taza de leche y cuando iba a dar su primer gran trago, Izaskun y Mari Tere aparecieron en la cocina. Fabio comenzó a beber cuando vio a Izaskun revolver todos los armarios de la cocina hasta que finalmente dijo: -¿No quedan cereales? -¡Obvio!-respondió Fabio-, se suponía que te tocaba hacer la compra a ti. -Eso es mentira-dijo Izaskun-¿dónde lo pone? -En esta lista-dijo Fabio cogiendo una lista algo arrugada que estaba pegada con un imán de “discoteca siempre gay” en la nevera. -Ah-dijo Izaskun-, bueno mañana la hago. -Eso dijiste hace 3 días-dijo Fabio, pero Izaskun ya había salido de la cocina. A las nueve menos veinte Fabio, Izaskun y Mari Tere se montaron en el coche de Mari Tere para ir a la peluquería. Quince minutos después estaban en la puerta de la peluquería. Los tres entraron. Sólo estaba Sandra. -Buenos días Sandra-dijo Fabio-¿hoy han salido las revistas del corazón no? -Sí-dijo Sandra-, ya las he comprado. -Ya tengo la mañana echada-dijo Fabio sentándose en una silla con el montón de revistas encima de sus piernas. -Sandrita dos cafés-dijo Izaskun. -No, stop-dijo Fabio cuando Sandra fue a la cafetera. Al levantarse todas las revistas cayeron al suelo-, no me seáis más okupas de lo que sois. Ya habéis desayunado en casa. -Es verdad Izaskun-dijo Mari Tere-, no seas abusona. Igual si nos tomamos un café luego no queda para las clientas. -¿Pero qué clientas Mari Tere?-dijo Izaskun-, sin aquí no entra ni Dios. De repente se abrió la puerta. Lola y Cris entraban hablando. -Buenos días chicas-dijo Fabio. -Hola-dijeron las dos al mismo tiempo. -¿De qué hablabais con tanto secretismo?-dijo Fabio acercándose a ellas. -Nada-dijo Lola-, estábamos pensando en ir a darnos un bañito antes de comer, que hace mucho calor. -Claro, qué buena idea-dijo Fabio-, y cuando os vea Araceli que os de crema en la espalda, ¿no? ¡Pero estáis tontas! ¿Cómo vamos a ir a la piscina con Araceli aquí? -Araceli hoy no viene-dijo Cris-, se ha ido al pueblo a ayudar a su madre con unas cosas de su hermana. -¿De la hermana de Araceli?-dijo Sandra algo extrañada. -No, de la hermana de la madre de Araceli-dijo Cris-, de su tía vamos. -¿Y cómo os habéis enterado?-dijo Fabio. -Porque Enrique se lo dijo a Javi-dijo Lola-, y Javi me lo dijo a mí. -Me da igual-dijo Fabio-, aunque no venga Araceli yo no voy a abandonar mi puesto de trabajo. -Ni yo-dijo Sandra. -Pues yo sí-dijo Izaskun-, ¿te apuntas Mari Tere? -¡Ay sí un baño!-respondió-, que llevo 4 días sin ducharme. -¿Y por qué no te has duchado en casa?-dijo Fabio. -Porque el otro día me encontré unos pelos tuyos-dijo Mari Tere. -Una razón muy buena Mari Tere-dijo Fabio-, podrías haberlos quitado tú también que ya tienes edad. -Bueno, ya hablaremos de pelos en otro momento-dijo Izaskun-, entonces hoy toca piscina. -Sí-dijo Lola-, Cris y yo nos apuntamos. ¿Quedamos a las 13:15 en la piscina? -Hecho-dijeron Izaskun y Mari Tere. Las horas se pasaban muertas en la peluquería con un calor increíble. Fabio ya se había leído el montón de revistas cuando Izaskun dijo: -Chicas, que ya es la hora. -Es verdad-dijo Lola-, venga vamos. Las cuatro recogieron sus cosas y salieron de la peluquería. Fabio miró al cielo con la esperanza de que el calor las quemase por burras. En ese momento pudo ver como una nube de bastante tamaño había aparecido sin antes verla y tapaba el sol. Seguidamente lo hicieron otras cuatro hasta que los rayos del sol casi ni se veían. Fabio y Sandra no podían dar crédito a cómo había quedado el cielo en pocos segundos. Fabio abrió la puerta de la peluquería, pero el fuerte viendo la cerró de golpe. Fabio pudo ver como Izaskun, Mari Tere, Lola y Cris llegaban corriendo y entraban en la peluquería. -¡Es increíble!-dijo Lola-¿habéis visto cómo ha empeorado el tiempo? -Al parecer sólo ha sido aquí-dijo Sandra. -¿A qué te refieres?-dijo Fabio. -Mirad-dijo Sandra señalando a unos edificios que estaban a 5 minutos de distancia. Ninguno daba crédito a lo que veían ahora. Ese cielo estaba totalmente despejado y parecía dar calor sólo con verlo. El mal tiempo en Mirador de Montepinar continuó hasta las 20:00, cuando el cielo se volvió a despejar en pocos segundos y el calor volvió. Fabio, Izaskun y Mari Tere salieron de la peluquería y se volvieron a montar en el coche. Cuando llegaron a casa, Izaskun salió a la terraza a jugar a las cartas con Mari Tere. Fabio no dejaba de pensar en lo que había ocurrido. Se puso el pijama y se metió en la cama con la esperanza de que todo fuese una pesadilla. 07:58…07:59… ¡08:00! “Son las ocho, son las ocho, son l...”. -¡No!-dijo Fabio-¡ahora no! Fabio apagó el reloj y despertó de nuevo a Izaskun y a Mari Tere. Los tres volvieron a desayunar y fueron a la peluquería. Era de nuevo una mañana calurosa, más que la del día anterior. Fabio, Izaskun y Mari Tere entraron en la peluquería. Araceli estaba hablando con Sandra. -Buenos días-dijo Fabio. -Buenos días-dijo contenta Araceli. -¿Qué tal en el pueblo Araceli?-preguntó Fabio. -Muy bien, pero con mucho calor-respondió-, tenía unas ganas locas de volver. No aguanto a mi tía. -¿Te ha contado Sandra lo que pasó ayer?-dijo Izaskun. -No-respondió Araceli-, ¿qué pasó? -Que el tiempo empeoró en unos segundos sólo en Mirador de Montepinar-dijo Fabio. -¿Sólo aquí?-dijo Araceli-, que raro. -Bastante-dijo Fabio. De repente entraron corriendo Lola y Cris con cara de cansancio. -¡Araceli! ¡Araceli!-dijo Lola. -¿Qué pasa?-dijo Araceli. -La alcaldesa-dijo Cris-, viene la alcaldesa a peinarse. -¡¿La alcaldesa?!-dijo Araceli-, Fabio péinala tú. -No sé Araceli-dijo Fabio-, es mucha responsabilidad. -He dicho que tú-dijo Araceli. -Vale-dijo Fabio. Unos segundos más tarde la alcaldesa entró por la puerta. Capítulo 2: Un cadáver -Buenos días-dijo la alcaldesa. -Buenos días señora alcaldesa-dijo Araceli-, soy Araceli Madariaga. ¿Qué quiere que le hagamos? -Peinarme-dijo-, es que tengo hoy por la tarde la comunión de mi sobrino y quiero estar guapa. -Esta se cree que le podemos quitar la cara de foca que tiene-le dijo Izaskun a Mari Tere por lo bajo. -¿Cómo?-dijo la alcaldesa sin haber oído bien. -Nada-dijo Lola-, que si le puedo colgar el bolso. -Sí, sí claro-dijo la alcaldesa entregándole el bolso a Lola. -Siéntese-le dijo Fabio a la alcaldesa señalando una silla. Fabio estaba muy nervioso, en cualquier momento sabía que podría explotar. Era una responsabilidad muy grande. Era la alcaldesa, no cualquier maruja que fuese a… -¡¡¡AHHHH!!!-gritaba la alcaldesa. La cabeza de la alcaldesa estaba en llamas. Sandra le empezó a tirar vasos de agua, pero la alcaldesa se metió en el lavacabezas. Las llamas se apagaron. Tenía el pelo muy chamuscado. Fabio se había quedado sin habla. -Maldito cubano de mierda-dijo la alcaldesa-, te voy a poner una denuncia que van a tener que terminar de pagar tus hijos. Y con esto recogió su bolso y salió de la peluquería. Al instante vio como Araceli le aplaudía lentamente con cara de desagrado. -Muy bien Fabio-dijo Araceli-, te has cargado una oportunidad de oro para que la peluquería no dejase de hundirse. Gracias. Y con esto salió de la peluquería. Fabio se sentía fatal. Sólo había sido un accidente. -Mari Tere-dijo Izaskun-, vamos a aprovechar que se ha ido Araceli para ir a la piscina. -Ay, vale-dijo Mari Tere. -¿Estáis locas?-dijo Lola-, hoy Araceli no está en el pueblo. Está en su casa. Os va a pillar. -Qué va-dijo Izaskun-, esa se mete en la habitación con Enrique y no se entera de nada. Al decir esto, Izaskun y Mari Tere salieron para pasar una buena mañana en la piscina. Llegaron y la piscina estaba desierta. Izaskun vio un cartel al fondo que ponía “Peligro: no estar en esta zona”. -Yo me pongo aquí-dijo Izaskun empezando a clavar la sombrilla justo donde ponía que no se podía. -Estás loca-dijo Mari Tere-, que no se puede. Lo pone en el cartel. -Seguro que esto lo ha puesto el jefe de la constructora para que nadie se ponga aquí, porque es el mejor sitio, y así se puede venir con la churri-dijo Izaskun. Una vez que la sombrilla hizo “crack” en el suelo se abrió una grieta. El cielo comenzó a oscurecerse como el anterior día, pero esta vez el viento era más fuerte. Una nube de polvo salió de la grieta y llegó hasta más arriba que el edificio. A los pocos segundos el cielo volvió a despejarse y la nube de polvo desapareció poco a poco. Mari Tere pegó un grito al ver lo mismo que estaba viendo Izaskun: había un cadáver en la grieta. -¿Qué es esto?-dijo Mari Tere. -George Clonney no te jode-dijo Izaskun-, un muerto. -Ya lo sé-dijo Mari Tere-, voy a avisar al presidente. -¿Para qué?-dijo Izaskun. -Tendrán que saber que tienen un cadáver en los terrenos de la piscina, digo yo-dijo Mari Tere. -Vale-dijo Izaskun. Las dos subieron inmediatamente a casa de Javi. Llamaron al timbre. Lola abrió la puerta. -Hola chicas-dijo Lola-, ¿pasa algo? -No-dijo Izaskun-, queremos hablar con tu novio. -¿Con Javi?-dijo Lola-, ¿para qué? -Por temas comunitarios-dijo Mari Tere. -Vale, vale-dijo Lola-, voy a avisarle. Al instante apareció Javi con una servilleta en el cuello. -Uy-dijo Javi quitándose la servilleta-perdón. ¿Queríais algo? -Pues sí-dijo Izaskun-, sólo era para decirte que hay un cadáver en los terrenos de la piscina. A Javi se le pusieron los ojos en blanco. -¿Un qué?-dijo Javi. -Este chico parece tonto-dijo Mari Tere-, un cadáver. -Ya lo sé-dijo Javi-, no grite. Vamos a verlo. Los tres bajaron a los terrenos. El cadáver seguía en el mismo sitio. -Flipante-dijo Javi-, ¿qué hago yo ahora? -Pues avisar a la comunidad-dijo Mari Tere. -No-dijo Javi-, esto no debe de saberse. Vamos a coger el cadáver y lo metemos en mi coche. -¿Qué quieres hacer con él?-dijo Izaskun-, ¿tirártelo? -No sea burra-dijo Javi-, esta noche voy a un descampado y lo dejo. -Ok-dijo Mari Tere-, encantada. Adiós. -Ey, ey-dijo Javi-, los tres. Los tres bajaron al garaje sin que nadie se diese cuenta. Abrieron el maletero del coche. -¿Qué ha sido eso?-dijo Mari Tere. -¿El qué?-dijo Izaskun. -Aquí hay alguien más-dijo Mari Tere-, no estamos solos. -Está el ratoncito pérez-dijo Izaskun-, Mari Tere, atenta al muerto. Izaskun y Mari Tere salieron del garaje y fueron a la peluquería. Estaba vacía como siempre. Sólo estaban Fabio, Cris y Sandra. -No os imagináis lo que nos ha pasado-dijo Izaskun. -No me importa-dijo Fabio-, yo sigo mal. Menuda denuncia que me va a caer. -No te preocupes Fabio-dijo Cris-, seguro que te perdona. -Cris-dijo Fabio-, le he abrasado media cabeza. No me va a perdonar. Al instante entró Lola en la tienda. -¿Cómo que os habéis encontrado un muerto?-les dijo Lola a Izaskun y Mari Tere. -¿Un qué?-gritaron Fabio, Cris y Sandra. -Os lo íbamos a decir-dijo Izaskun-, pero como Fabio se ha puesto a hablar. -Me lo ha dicho Javi-dijo Lola-, resulta que se han encontrado un cadáver en los terrenos de la piscina. -Llevaba una cosa-dijo Mari Tere. -¿El qué?-dijeron los demás. -Este reloj de bolsillo-dijo Mari Tere. Todos se acercaron para ver el pequeño reloj de bolsillo que Mari Tere había sacado del bolsillo. No había manecillas. Sólo una pantalla que estaba apagada. En ese momento el reloj se encendió y salió una cuenta atrás de 24 horas. -Dios mío-dijo Sandra-, abuelo. Capítulo 3: El secreto de Sandra Todos miraban a Sandra por si no habían oído bien lo que había dicho. -¿Abuelo?-dijo Cris. -Izaskun-dijo Sandra-, ¿era este hombre el cadáver? Sandra le acercó una foto de un hombre ya mayor. -Sí-dijo Izaskun-, era este. -Era mi abuelo-dijo Sandra-, siento que haya acabado así. -¿Entonces sabes lo que ha pasado?-dijo Mari Tere. -Sí-dijo Sandra-, veréis. Mi familia siempre ha estado vinculada a una leyenda. La leyenda afirma que lo primero que cayó a la tierra fue un objeto. -Un cerebro fijo que no-dijo Fabio. -¿Lo cuento?-dijo Sandra -Sí, sí-dijo Fabio. -Lo primero que cayó a la tierra-dijo Sandra-, fue la fecha exacta de la creación de la tierra, y la fecha y hora exacta del fin de la tierra. A lo largo del tiempo sus poseedores fueron transmitiéndolas en objetos a sus hijos, y sus hijos a sus hijos. El último al parecer ha sido mi abuelo. -Quieres decir-dijo Lola-, que quedan menos de 24 horas para, ¿el fin del mundo? -Exactamente-dijo Sandra. -Sí claro-dijo Izaskun-, y yo soy Kate Moss. -Me da igual que no te lo creas Izaskun-dijo Sandra-, esto explica lo del cambio brusco del tiempo sólo en esta zona. Se iba a poner en marcha el reloj. -¿Y hay alguna manera de salvar el mundo?-dijo Lola. -La hay-dijo Sandra-, según la leyenda hay que ir a la cueva del lago verde. Esa cueva nadie sabe dónde está. La única forma de saber el paradero es con el reloj y la otra parte. -¿Cuál?-dijo Mari Tere. -Con el trozo de tuerca que falta-dijo Sandra-, que tengo yo. Sandra se sacó de la cartera el trozo de tuerca envuelta en papel. -Este trozo-dijo Sandra-, me lo regaló mi abuelo cuando era pequeña. Me dijo que lo guardase con mi alma, y así lo he hecho. Ahora lo entiendo todo. Se supone que al accionarlo, nos indicará el lugar en el que está la cueva del lago verde. Seguro que mi abuelo murió buscándola. -¿Preparados?-dijo Sandra. Todos asintieron con la cabeza. Sandra puso el trozo de tuerca. En ese momento el reloj comenzó a brillar. A los pocos segundos se vio la imagen de la peluquería. La luz señalaba un trozo de carretera entre la peluquería y el local del enfrente. La luz se apagó. -Este reloj está pasado de moda-dijo Izaskun. En ese momento entró Araceli en la peluquería. -Izaskun, Mari Tere-dijo Araceli-, ¿qué es eso de que habéis encontrado un cadáver? -Araceli ahora no hay tiempo-dijo Sandra-, tienes que venir con nosotros. -¿A dónde?-dijo Araceli. -A salvar el mundo-dijo Sandra. Araceli se quedó alucinada mientras Sandra le contaba la historia. -Pero entonces no puede estar donde señala-dijo Araceli-, ahí está la acera. -Tiene que ser subterránea-dijo Lola-, ahora vengo. A los pocos minutos llegó con un taladro. -¿Cómo lo has conseguido?-dijo Fabio. -Al lado están haciendo obras-dijo Lola. -Está bien-dijo Sandra-, Fabio haz tu el agujero. -¿Por qué yo?-dijo Fabio. -Porque esto lo usan los hombres-dijo Sandra-, y tú eres lo más parecido a un hombre que tenemos. -Está bien-dijo Fabio. Fabio comenzó a hacer el agujero en el lugar que había mostrado el reloj. Al poco tiempo dio con algo de metal: era la tapa de una alcantarilla. -Que tapa más rara-dijo Lola. -Es una tapa del Siglo XVI-dijo Cris. Todos la miraron alucinados de su sabiduría. -Es que me quería ligar a un tío que sabía de esto-dijo Cris. Sandra y Araceli quitaron la tapa. Vieron sólo oscuridad. -Está bien-dijo Sandra-, yo voy a ir. Tengo que defender el honor de mi familia. ¿Quién viene? Todos se quedaron mudos. -Yo voy-dijo Fabio-, siempre te he ayudado Sandra, y ahora no te voy a dejar sola. -Yo también-dijo Mari Tere-, me has ayudado a entender los chistes. -Yo voy-dijo Lola-, no os voy a dejar solos por un túnel. -Y yo-dijo Cris-, hay que controlaros. -Yo no voy a ser menos-dijo Izaskun-, si hay que morir, moriremos con el tanga puesto. Todos miraron a Araceli. -Está bien chicos-dijo Araceli-, Araceli Madariaga también irá a salvar el mundo. -Muy bien-dijo Sandra-, muchas gracias. Primero vamos a poner nuestros relojes a la cuenta atrás del reloj de mi abuelo. -Como James Bond-dijo Izaskun. Todos pusieron la cuenta atrás exacta. -Ahora-dijo Sandra-, yo me quedaré vigilando mientras vais a por provisiones. El reloj marcaba como que quedaban 22 horas cuando todos llegaron. -Muy bien-dijo Sandra-, entraremos uno a uno. No os separéis. Hasta ahora. Todos vieron como Sandra saltaba al interior del hueco. -Ahora voy yo-dijo Izaskun mientras se tiraba al hueco. -Lola te toca-dijo Cris. -Está bien-dijo Lola, y al instante se metía en el hueco. -Voy yo-dijo Mari Tere. -Me toca-dijo Cris. -Vamos Araceli-dijo Fabio-, tú primero. Fabio se tiró cuando Araceli ya había desaparecido. Fabio aterrizó en un suelo poco duro. Al instante oyó un gritó y una luz le dio en la cara. Capítulo 4: La primera prueba Cuando la luz yo no le golpeó la cara, descubrió que era de la linterna de Izaskun. Fabio sacó la suya y la encendió apuntando al suelo. Cuando se encendió no puedo evitar pegar un grito. -¡Dios mío!-dijo Fabio-, son trozos de cientos de esqueletos. -Al parecer no hemos sido los primeros en visitar esta cueva-dijo Araceli. -Vamos es por aquí-dijo Sandra. -¿A dónde vamos?-dijo Lola-, pensaba que sólo había que bajar. -No-dijo Sandra-, según la leyenda hay que superar cinco pruebas mortales hasta llegar al centro del cúbilo. -¿El centro del cúbilo?-dijo Fabio. -Es el lugar donde hay que dejar el reloj y darle al botón de apagar-dijo Sandra-, es la única manera de parar la cuenta atrás del fin del mundo. -¿Dónde está la primera prueba?-dijo Lola. -Según la leyenda-dijo Sandra mirando las notas de su abuelo-, habrá que conseguir pasar el trozo que une la salvación de la muerte. -Ah-dijo Izaskun-, ¿un cigarro? Izaskun se encendió un cigarro. -Será una especie de puente-dijo Cris. -Lo más seguro es que sea eso-dijo Sandra-, vamos. Los siete se pusieron camino a encontrar la primera prueba. La cueva parecía muy antigua, pero se sostenía muy bien. A la hora de haber comenzado a andar, oyeron el agua moverse. -Será un río-dijo Araceli. Siguieron andando hasta que vieron un puente de madera muy antiguo. Se asomaron y vieron que había, a muchos metros por debajo, un río que iba muy deprisa. -Muy bien-dijo Sandra-, pasaremos de uno en uno. -De acuerdo-dijo Fabio-, las mujeres primero. -Voy-dijo Araceli. Pasó lentamente y llegó al otro extremo. -Me toca-dijo Mari Tere. Al rato llegó. De repente el suelo empezó a temblar. Lola, Cris, Izaskun, Fabio y Sandra vieron que el nudo que sostenía el puente se estaba deshaciendo. -¡Todos!-dijo Fabio-, ¡corred! Los cuatro comenzaron a atravesar el puente corriendo. De repente se oyó algo romperse y un grito. -¡Lola!-gritó Cris-, ¡no! Lola había caído al río. -¡Vamos o caeremos!-dijo Izaskun. Fabio, Cris, Izaskun y Sandra cruzaron el puente justo cuando se partió una parte y cayó al río. -¡Lola!-gritaba Cris-¡Noooo! Nadie podía ver a Lola en el agua. Todos se sumergieron en un mar de lágrimas. Lola seguramente había muerto en la caída. A menos de 20 horas del fin del mundo, ninguno podía levantarse. La pérdida de Lola había dejado a todos destrozados. -Tenemos que continuar-dijo Sandra-, o lo que le ha pasado a Lola le pasará al mundo entero. -Tienes razón-dijo Mari Tere-, tenemos que seguir. Araceli, Izaskun, Mari Tere, Sandra y Fabio se levantaron y comenzaron a caminar. Fabio se volvió y vio que Cris seguía sentada en el suelo. -Vamos Cris-le dijo Fabio-, ya no podemos hacer nada. -Pero es injusto-dijo Cris. -Lo sé-dijo Fabio-, pero tenemos que seguir. Cris se levantó con la ayuda de Fabio y siguieron a los otros, camino de la segunda prueba. Parecía como si llevasen una vida andando. Cris sintió que alguien les estaba siguiendo, pero seguramente eran suposiciones suyas. Cris comenzó a recordar los buenos momentos que pasó junto a Lola y que parecía mentira que hubiese muerto. Pararon para descansar y comer algo de las provisiones que habían traído. Nadie comentaba nada de Lola, ya que todos estaban destrozados por dentro. -¿Qué hay en la segunda prueba?-dijo Mari Tere. -Según la leyenda-dijo Sandra-, hay que conseguir descifrar el pasado del hombre. -Yo es que de historia ando mal-dijo Izaskun. -No-dijo Sandra-, no será eso. Tiene que ser descifrar algo del pasado del hombre. -Unos dibujos igual-dijo Araceli. -Sí-dijo Sandra-, eso coincide. Muy bien Araceli. -Qué esperabas-dijo Araceli-, soy Araceli Madariaga. -Tenemos que continuar-dijo Sandra-, vamos. Los seis se pusieron en camino hacia la segunda prueba. Quedan 19 horas. Capítulo 5: La segunda prueba Siguieron andado cada vez más despacio, ya que estaban agotados. Pasaron por un túnel que parecía como si nadie hubiese entrado dentro nunca. Cris volvió a sentir la misma sensación de que alguien les estaba siguiendo, pero siguió caminando. Los seis vieron como ya no podían caminar más ya que delante de ellos había una pared con unos dibujos. Los dibujos parecían antiguos, como si llevasen ahí miles años. -Es aquí-dijo Sandra-, tenemos que descifrar lo que significan y después decir el nombre muy alto. En el dibujo se podía apreciar a un hombre sentado enfrente de una hoguera. La hoguera estaba sobre huesos en vez de leña. Una hora después, los seis seguían sin saber lo que significaba. -No caigo-dijo Sandra-, ¿alguien lo sabe? -Te lo habríamos dicho Sandra-dijo Fabio. -Esperad-dijo Araceli-, creo que ya lo tengo. Araceli se puso delante de la pared y gritó: “Caza”. Pero nada pasó. -¿Caza?-dijo Izaskun. -Creía que sería eso-dijo Araceli-, todos los dibujos estos son de caza. -No-dijo Sandra-, tiene que se algo más complicado. Necesito pensarlo. Izaskun se volvió y vio como Cris estaba sentada intentando no pensar en Lola. Izaskun se acercó a Cris. -Cris-dijo Izaskun-, tienes que animarte. Todos estamos destrozados. -Lo sé-dijo Cris-, pero no puedo quitármelo de la cabeza. Se supone que hoy íbamos a trabajar como si nada, y estamos en una cueva intentando salvar el mundo. -Ya-dijo Izaskun-, es bastante raro, pero somos los únicos que podemos salvar el mundo. -Izaskun-dijo Cris-, ¿no has pensado que igual morimos aquí? -Sí-dijo Izaskun-, lo he pensado. Pienso que si estamos todos juntos conseguiremos salir vivos de aquí habiendo salvado el mundo. Seguro que es lo que Lola querría. -Sí-dijo Cris-, muchas gracias Izaskun. El reloj marcaba que quedaban 17 horas y todavía nadie había conseguido desvelar el dibujo. -Un segundo-dijo Mari Tere-, creo que lo tengo. -Pero cómo lo vas a tener-dijo Izaskun-, si ni si quiera has pensado. -No tiene gracia Izaskun-dijo Mari Tere-, preparados. ¡La Muerte! En ese momento la pared comenzó a levantarse poco a poco. Se paró a sólo 30 centímetros. -Creo que has adivinado una parte-dijo Sandra. -Muy bien hecho abuela-dijo una voz a lo lejos. Los seis se giraron y vieron a unos cuantos metros a tres hombres encapuchados con armas. -Salid de aquí-dijo uno-, y dadnos el reloj y la pieza. -Jamás-dijo Sandra. -Entonces decid adiós-dijo otro. En ese momento los tres empezaron a correr hacia Fabio, Araceli, Sandra, Cris, Izaskun y Mari Tere. -Dios mío-dijo Sandra-, tenemos que darnos prisa. ¡Por abajo! -¿Quieres que nos metamos por abajo?-dijo Fabio. -Sí-dijo Sandra. -Ok-dijo Fabio-, vamos. Mari Tere comenzó a meterse y lo consiguió seguida de Araceli. Después se metió Cris. De repente la puerta se cerró. -¡Mierda!-dijo Sandra. -¡Corramos!-dijo Fabio. Sandra se fue por un lado, y Fabio e Izaskun por otro. Fabio e Izaskun siguieron corriendo hasta que se escondieron detrás de una roca. Los tres hombres se habían ido. -Lo que faltaba-dijo Izaskun-, perdidos en el fin del mundo cuando va a ser el fin del mundo. -No tiene gracia Izaskun-dijo Fabio-, nos hemos perdido. Sandra se ha ido por otro lado y los demás han pasado la puerta. -¿Y ahora qué hacemos?-dijo Izaskun-, los tres hombres estarán protegiendo la puerta. -Dar un rodeo a la entrada-dijo Fabio-, tenemos que entrar por otro lado. Fabio e Izaskun comenzaron a andar con la esperanza de encontrar de nuevo a los demás. Capítulo 6: El pasadizo El reloj marcaba que quedaban 16 horas. Fabio e Izaskun seguían andado con la esperanza de encontrar algún camino para llegar de nuevo a los demás. -Espera-dijo Izaskun-, vamos a parar que me tengo que fumar un cigarro. -Izaskun-dijo Fabio-, sé que estás cansada, pero tenemos que llegar a ellos. -Ya-dijo Izaskun-, pero necesito gasolina para arrancar. Fabio e Izaskun se sentaron en una roca mientras Izaskun encendía un cigarro. -Me pregunto dónde estará Sandra ahora mismo-dijo Fabio. -Pues igual se ha encontrado con un maromo y se lo ha tirado-dijo Izaskun. -Mira que eres burra Izaskun-dijo Fabio. Mientras, Sandra continuaba intentando buscar un pasadizo secreto que sale en las cartas de su abuelo. Continúo andando hasta que vio algo que se quedó blanca. Lola estaba andando desesperadamente hasta que vio a Sandra. -¡Sandra!-dijo Lola corriendo hacia ella. -¡Lola!-dijo Sandra-, ¡estás viva! -Sí-dijo Lola-, cuando caí al río conseguí salir inmediatamente y no me pasó nada. ¿Dónde están los demás? -No lo sé-dijo Sandra. -¿Cómo que no lo sabes?-dijo Lola. -Tres hombres intentaron matarnos cuando estábamos entrando en la segunda prueba-dijo Sandra-, Araceli, Cris y Mari Tere consiguieron pasar. Yo corrí a un lado y Fabio e Izaskun a otro. -¿Cómo vamos a encontrarles?-dijo Lola. -Según las notas de mi abuelo-dijo Sandra-, hay un pasadizo cerca de aquí que lleva al final del túnel de la segunda prueba. -Vamos para allá-dijo Lola. Las dos continuaron andando. En otra parte, Araceli, Mari Tere y Cris estaban totalmente perdidas y no sabían como sería la tercera prueba. -Llevamos un montón de tiempo buscando algo-dijo Cris-, es imposible saber cómo es la tercera prueba. -Será algo extraño-dijo Araceli. -O no-dijo Mari Tere-, unos dibujos no son nada extraño. -Tenemos que seguir intentándolo-dijo Araceli. Araceli, Mari Tere y Cris continuaron buscando algo raro. Mientras, Sandra y Lola consiguieron dar con el pasadizo de la segunda prueba. -Vamos-dijo Sandra-, tenemos que encontrarles para poder ir a la tercera prueba. Sandra y Lola continuaron andando mientras veían esqueletos tirados por el suelo. -Y pensar que yo podía haber acabado así-dijo Lola. -Eso no pasará-dijo Sandra. Sandra y Lola consiguieron ver una luz. Se trataba de la luz de una linterna. -¿Araceli?-gritó Sandra. -¿Sandrita?-dijo Araceli. -Sí soy yo-dijo Sandra. Sandra y Lola corrieron al lugar de la luz. Cuando llegaron Araceli, Mari Tere y Cris se quedaron alucinadas al ver a Lola viva. -¡Lola!-gritó Cris-, ¡estás viva! -Sí-dijo Lola-, conseguí sobrevivir. -No sabes lo que nos alegramos Lola-dijo Araceli. -Siento interrumpir-dijo Mari Tere-, pero nos quedan 15 horas exactas para superar tres pruebas más. -Muy bien-dijo Sandra-, según la leyenda tenemos que derretir la pantera azul. -¿Una pantera?-dijo Araceli-, encima hay bichos. -Vamos-dijo Sandra-, creo que es por aquí. Las cinco se pusieron en camino. Mientras, Fabio e Izaskun continuaban andando con la esperanza de encontrar algo, pero una pared se puso delante de ellos. En la pared estaba dibujada una pantera azul, y delante de la pared un tubo plateado. -Bonito dibujo-dijo Izaskun-, ¿será la tercera prueba? Capítulo 7: La Tercera Prueba Izaskun y Fabio continuaban de pie delante de la pared sin pensar si sería o no la tercera prueba. -Yo creo que podría ser la tercera prueba-dijo Fabio-, pero sin saber lo que hay que hacer no podemos hacer nada. -Igual hay que matar a la pantera-dijo Izaskun. -Pero si está dibujada-dijo Fabio. -¿Y qué?-dijo Izaskun-, bien que se matan los dibujos animados. -Izaskun, me chupas la energía-dijo Fabio. -¿Qué te chupe el qué?-dijo Izaskun. -Izaskun por Díos no digas guarradas-dijo Fabio. -Perdona las guarradas las dices tú-dijo Izaskun. -Bueno-dijo Fabio-, vamos a dejar esta tontería y a pensar. Mientras, Sandra y estas continuaban andando por el pasadizo que llevaba hasta la tercera prueba. Cuando cruzaron una esquina un humo salió y las cinco se desmayaron. El reloj marcaba que quedaban 14 horas cuando Araceli comenzó a despertarse. Al instante se despertaron las demás, pero Cris no estaba. -Dios mío-dijo Lola-, la han secuestrado. -Mirad-dijo Mari Tere-, aquí hay un rastro. -Muy bien-dijo Lola-, yo voy a ir a buscar a Cris. -Te acompaño-dijo Mari Tere. -Muy bien-dijo Lola-, vosotras dos buscad la tercera prueba. Espero que nos volvamos a ver. Y con esas palabras Mari Tere y Lola comenzaron a seguir el rastro de los secuestradores mientras Sandra y Araceli continuaron el camino. Mientras, Fabio e Izaskun seguían muy aburridos delante de la tercera prueba. -Yo me voy a fumar otro cigarro-dijo Izaskun. -No-dijo Fabio-, estoy ya harto de tanto humo. Trae el mechero. Fabio e Izaskun comenzaron a intentar salvar el mechero hasta que salió por los aires y cayó dentro del tubo de plata. -Ala-dijo Izaskun-, ya me he quedado sin mechero. Era recargable. -Te jodes-dijo Fabio. Al instante una fuerte racha de fuego salió del tubo y empujó a atrás a Fabio e Izaskun. Los dos vieron desde lejos como el fuego derretía la pared. El fuego se paró y la pared ya no estaba. -Ole-dijo Fabio. -Continuemos-dijo Izaskun. Los dos entraron en el pasadizo camino de la cuarta prueba. Mientras, Lola y Mari Tere seguían el rastro del secuestrador hasta que se pararon. -Es inútil Lola-dijo Mari Tere. -No-dijo Lola-, tenemos que encontrarles y salvar a Cris. -Lo veo muy difícil-dijo una voz detrás de ellas. Lola y Mari Tere se giraron y pudieron ver a uno de los tres hombres encapuchados con Cris, a quién le estaba apuntando con una pistola. Cris estaba amordazada. -Suéltala-dijo Lola. -Primero, el reloj-dijo el secuestrador. -No lo tenemos-dijo Mari Tere. -Mentira-dijo el secuestrador. -Es verdad-dijo Lola-, lo tiene otra. -Mierda-dijo el secuestrador-, me he equivocado. -Entonces en paz, ¿no?-dijo Lola. -No-dijo el secuestrador-, antes os mataré a las tres. Capítulo 8: Huida -¿Cómo?-dijo Lola. -Mataros-dijo el secuestrador-, vosotras y vuestros amigos estáis intentando anteponeros a nuestra misión. -¿Qué misión?-dijo Mari Tere. -La de controlar el mundo-dijo el secuestrador-, sólo cumplo órdenes de mi jefe. ¿Últimas palabras? Lola miró a Cris. -Sí-dijo Lola-, el cristal de la venta. En ese momento Cris le dio una pata en sus partes al secuestrador y después un puñetazo que le dejó sin sentido. -Ole-dijo Mari Tere-, ¿qué es eso de cristal de la venta? -Es un código que tenemos Cris y yo por si alguna vez estábamos en apuros-dijo Lola-, tenemos que seguir. -Esperad-dijo Cris después de ser liberada-, mirad esto. Cris cogió un papel que se le había caído al secuestrador al recibir el golpe. Era una nota y ponía: “el poder de lo más energético”. -Será una tontería-dijo Lola-, tenemos que seguir. Las tres siguieron el camino que las había traído hasta allí. Mientras, Araceli y Sandra llegaron a la puerta de la tercera prueba. -Por aquí ha pasado alguien-dijo Sandra. -Seguro que han sido Fabio e Izaskun-dijo Araceli-, me alegro de que estén bien. -No cantes victoria-dijo Sandra-, vamos. Araceli y Sandra cruzaron la tercera prueba. Lola, Cris y Mari Tere habían perdido el rastro, ya que se había borrado. -Genial-dijo Cris-, nos vamos a quedar aquí perdidas. -Quedan 13 horas-dijo Mari Tere. -Muchas gracias Mari Tere-dijo Lola-, es un dato que estaba deseando escuchar. -Creo que es por aquí-dijo Lola-, me suena no haber pasado por allí. Las tres salieron del pasadizo pero cayeron dentro de un agujero enorme. Unos minutos después Cris se despertaba. -¿Estáis bien?-dijo Cris. -Sí-respondieron Mari Tere y Lola. -¿Dónde estamos?-dijo Mari Tere. -No lo sé-dijo Cris-, un momento. Se oyen voces. Las tres oyeron voces que se acercaban. -Al parecer la trampa ha funcionado-dijo uno. Las tres pudieron ver como dos de los tres encapuchados se asomaban a la trampa. -Muy buena la patada-dijo uno de ellos-, haber si te sirve para salir. Los dos encapuchados cerraron la trampa. Al instante Mari Tere pegó un grito: el pozo se estaba empezando a llenar de agua. Mientras, Fabio e Izaskun se encontraron con Araceli y Sandra mientras descansaban. -¿Dónde están las demás?-dijo Fabio. -No lo sabemos-dijo Araceli-, Lola y Mari Tere fueron a rescatar a Cris. -¿Lola está viva?-dijo Izaskun. -Sí-dijo Araceli-, consiguió sobrevivir. -Muy bien-dijo Sandra-, tendremos que continuar a la cuarta prueba. Fabio, Izaskun, Sandra y Araceli continuaron andando cuando el reloj marcó que quedaban 12 horas para el fin del mundo. Capítulo 9: La cuarta prueba Sandra, Fabio, Izaskun y Araceli continuaron andando. -Según la leyenda-dijo Sandra-, la cuarta prueba es la decisión de la mente. -Ah, muy bien-dijo Izaskun-, yo creo que la pasamos fijo. -Será que hay que pensar en algo-dijo Araceli. -Pues si ahí no lo pone vamos listos-dijo Fabio. Mientras, Cris, Lola y Mari Tere intentaban hacer entre ellas una escalera para llegar a la tapa. -Es inútil-dijo Cris-, el agua ya nos llega por las rodillas. -Tiene que haber alguna forma de salir de este pozo-dijo Lola. -Pues si no lo sabes tú-dijo Cris-, mal andamos. -Hay que seguir pensando-dijo Mari Tere. -No creo que nos quede mucho tiempo-dijo Lola. Fabio, Izaskun, Sandra y Araceli pararon a descansar. Fabio se sentó junto a Sandra. -¿Cuánto nos queda?-dijo Fabio. -Tienes reloj-dijo Sandra-, quedan menos de 12 horas. -¿De verdad crees que tenemos alguna oportunidad?-dijo Fabio. -Claro que la tenemos-dijo Sandra-, aunque estoy preocupada por Cris y estas. -Seguro que están bien-dijo Fabio-, y pronto las volveremos a ver. -Eso espero-dijo Sandra. Mientras, el agua del pozo les había llegado a la cintura. Gracias a la subida del agua, Lola había alcanzado la tapa pero no podía abrirla. -No hay manera de abrirla-dijo Lola-, es inútil. -Creo que hay una manera de abrirla-dijo Cris-, con presión. -¿Presión de una olla?-dijo Mari Tere. -No-dijo Cris-, cuando el agua llegue hasta arriba la presión hará que la tapa salga volando. -¿Y si no lo hace?-dijo Lola-, moriremos ahogadas. -Es lo único que podemos intentar-dijo Cris-, eso o morir directamente. -Está bien-dijo Lola-, lo haremos. Fabio y estas siguieron caminando y llegaron a las puertas de la cuarta prueba. El reloj marcaba que quedaban poco menos de 11 horas. -Hay que tener una decisión en la mente-dijo Sandra. -Yo quiero fumar-dijo Izaskun-, maldito Fabio. -¿Yo por qué?-dijo Fabio. -Tú me tiraste el mechero al tubo ese-dijo Izaskun. -Y gracias a eso pasamos la prueba-dijo Fabio. -Vale-dijo Araceli-, Izaskun tranquilízate. -Vale-dijo Izaskun. -Creo que ya lo tengo-dijo Sandra-, creo que sólo dejará pasar a los que utilizarán el reloj para salvar el mundo. Voy a probar. Sandra colocó su mano sobre la pared y cerró los ojos. Al instante consiguió atravesarla como si no hubiese nada. -La ostia-dijo Izaskun. -Voy yo-dijo Araceli. Araceli hizo lo mismo y consiguió pasar. Izaskun hizo lo mismo y pasó. -Creo que me toca-dijo Fabio. Cuando Fabio pasó descubrió cuatro tubos diferentes. Había un escrito en la pared: tres llevarán a la muerte y otro a la salvación. Fabio cerró los ojos y se tiró por el tercero. Al instante cayó sobre el suelo. Sólo estaba Araceli. -¿Dónde están Sandra e Izaskun?-dijo Fabio. -Se habrán metido por otro tubo-dijo Araceli. -Pero hay que hacer algo Araceli-dijo Fabio-, esos tubos llevaban a la muerte. -No podemos hacer nada-dijo Araceli-, sólo continuar. Quedan 11 horas. -No podemos continuar-dijo Fabio-, Sandra tiene todo lo necesario. -No-dijo Araceli-, lo tengo yo. Araceli le enseñó a Fabio el reloj y los documentos del abuelo de Sandra. -Sandra me dijo que lo guardase yo-dijo Araceli. Fabio y Araceli se levantaron y comenzaron a andar. Capítulo 10: Un decisión equivocada Izaskun abrió los ojos. Estaba sobre una charca. Se levantó y miró a su alrededor. No había nadie. -Mierda-dijo Izaskun-, seguro que me he equivocado de tubo. -Así es anciana-dijo un alguien. Izaskun se volvió y al instante una cuerda tiró de ella y la dejó colgada boca a bajo. Izaskun pudo ver como dos hombres encapuchados se acercaban. -Veo que sólo dos habéis caído en la trampa-dijo uno de ellos. -¿Dónde están los demás?-dijo Izaskun. -Sólo está la chica esa-dijo uno de ellos. Izaskun pudo ver a Sandra colgada del techo de la misma forma que ella. Izaskun pensó que todo estaba acabado ya que Sandra tenía el reloj y la tuerca. -¿Dónde está el reloj?-dijo uno de ellos. Izaskun miró a Sandra. -Ninguna de las dos lo tiene-dijo uno de ellos-, y tampoco las dos golfas y la anciana. -¿Dónde están Cris, Lola y Mari Tere?-dijo Sandra gritando. -Lo más seguro es que muertas-dijo otro riéndose. Mientras, el agua del pozo había llegado casi a la nariz de Cris, Lola y Mari Tere. -Recordad-dijo Cris-, sólo hay esta solución. Mucha suerte y coged aire. Las tres respiraron y el agua las tapó. Pasaron los segundos pero la tapa no se movía. Ya no podían más. Mari Tere se desmayó justo cuando la tapa cedió y se abrió. Cris y Lola salieron con el cuerpo de Mari Tere. Lola comenzó a hacerle el boca a boca y la despertó. -Lo hemos conseguido-dijo Lola-, gracias Cris. -Habrá momento de celebrarlo-dijo Cris-, quedan 10 horas. Tenemos que encontrar a los demás. Las tres se levantaron y comenzaron a correr. Mientras, Izaskun y Sandra seguían colgadas del techo. -Como veo que no me vais a decir quién tiene el reloj-dijo uno de los encapuchados-, tendré que mataros como a vuestras amigas. -Haz lo que quieras-dijo Izaskun-, moriré habiendo fumado toda mi vida y superando al cáncer. -Como queráis-dijo uno de ellos mientras se iba con el otro. Al instante las cuerdas cedieron y las dos cayeron. Las puertas se habían cerrado. -No hay manera de salir-dijo Sandra-, vamos a morir en 10 horas. -Creo que en menos-dijo Izaskun mientras señalaba una bomba colocada: iba a explotar en 1 hora. Mientras, Araceli y Fabio pararon a descansar. Estaban tristes y agotados. -Fabio-dijo Araceli-, ¿crees que nos darán algún premio por salvar el mundo? -No lo sé-dijo Fabio-, yo me quedaría más tranquilo si la alcaldesa me retirarse la denuncia. -No me lo recuerdes-dijo Araceli-, cada vez que pienso en la cabeza de la alcaldesa ardiendo se me ponen los pelos de punta. -Ya-dijo Fabio-, ¿crees que las demás estarán bien? -No lo sé-dijo Araceli-, sólo espero que sobrevivan. -Vamos-dijo Fabio-, tenemos que continuar. Fabio y Araceli continuaron andando sin pensar que Izaskun y Sandra estaban intentando escapar de una bomba. -No hay manera de salir por otro lado-dijo Sandra. -Sí-dijo Izaskun-, por allí. Izaskun señaló una especie de túnel que había en lo alto de la pared. -Es imposible llegar hasta allí-dijo Sandra-, no lo voy a intentar. -Tú verás-dijo Izaskun-, pero sólo tenemos 45 minutos para pensarlo. -De acuerdo-dijo Sandra-, vamos a intentarlo. Capítulo 11: Un prueba falsa Cris, Lola y Mari Tere seguían perdidas hasta que llegaron a una pared. -¿Será una de las pruebas?-dijo Cris. -No creo-dijo Lola-, no es tan rara. -Yo creo que deberíamos de intentar pasar-dijo Mari Tere. -De acuerdo-dijo Cris-, creo que si enganchamos una cuerda a la apertura esa conseguiremos tirar la pared. -De acuerdo-dijo Lola-, a la de tres tirad. Una, dos ¡tres! Las tres tiraron y consiguieron tirar la pared. -Vamos-dijeron las tres mientras pasaban. Las tres cayeron por una trampa que no habían visto al pasar. Al instante cayeron sobre algo pegajoso. -¿Dónde estamos?-dijo Lola. -Ni idea-dijo Cris-, estoy como pegada. -Yo también-dijo Mari Tere-, no me puedo mover. De repente se oyó un ruido. -Un momento-dijo Lola-, creo que algo viene hacia nosotros. Ninguna de las tres pudo creer lo que estaban viendo: una araña gigante se acercaba a ellas. Estaban pegadas sobre una gran telaraña. -Dios mío-dijo Cris-, tenemos que salir de aquí. -¿Cómo?-dijo Lola-, no tenemos nada para cortar la telaraña. -Lo tengo-dijo Mari Tere-, con el mechero de repuesto de Izaskun. Mari Tere comenzó a quemar la red y las tres cayeron antes de que la araña las alcanzase. Cayeron sobre un lago. Al instante nadaron hasta la orilla. -Yo cuento esto-dijo Cris-, y fijo que nadie me cree. -Vamos a descansar un poco-dijo Lola. Mientras, sólo quedaban 5 minutos para que la bomba explotase y matase a Sandra e Izaskun. Las dos estaban a punto de alcanzar el túnel. -Lo tengo-dijo Sandra-, vamos Izaskun. Las dos entraron en el túnel y comenzaron a correr. Al rato se oyó una fuerte explosión que las empujó. -Casi nos pilla-dijo Izaskun. -Ya ves-dijo Sandra-, pero no podemos pararnos. Nos quedan 9 horas. Izaskun y Sandra continuaron corriendo. Mientras, Fabio y Araceli habían llegado a la puerta de la quinta y última prueba. -Es aquí-dijo Araceli-, esta es la puerta de la última prueba. -Lo mejor será que pasemos-dijo Fabio. -Yo no estaría tan seguro-dijo una voz. Fabio y Araceli se volvieron. Dos de los tres encapuchados les apuntaban con una pistola. -El tiempo pronto se acabará-dijo uno de ellos. Mientras, Cris, Lola y Mari Tere se encontraron con una entrada secreta al camino de la última prueba. -Espero que alguien de nosotros haya llegado-dijo Cris. -Espero que todos sigan vivos-dijo Lola. Las tres entraron por la puerta secreta camino de la quinta y última prueba. Capítulo 12: La Quinta Prueba Araceli y Fabio seguían quietos a las puertas de la última puebra mientras los dos encapuchados les apuntaban con pistolas. -Déme el reloj señora-dijo uno de ellos. -¿Cómo que señora?-dijo Araceli-, ¿encima me vas a llamar vieja a la cara? -Silencio-dijo uno de ellos-, o nos dais el reloj u os lo quitaremos después de que hayáis recibido un tiro en la cabeza. -¿Para qué lo queréis?-dijo Fabio. -Nosotros no lo queremos-dijo uno de ellos-, es para nuestro jefe. Hay que destruirlo. -Si lo destruís-dijo Araceli-, se acabará el mundo. -No-dijo uno de ellos-, nuestra organización sobrevivirá y con ellos los más inteligentes para repoblar el planeta sin chusma como vosotros. -¿Organización?-dijo Fabio. -Somos de la organización U.M.I-dijo uno de ellos-, “un mundo inteligente”. -Pues a mí no me parece muy inteligente dejar que el mundo se destruya-dijo Araceli. -Es que nadie te ha pedido tu opinión-dijo uno de ellos-, sólo queremos que nos des el reloj por las buenas o por las… En ese momento los dos cayeron al suelo desmayados. Cris, Lola, y Mari Tere habían aparecido y habían derrotado a los dos enmascarados. -¡Chicas!-gritó Fabio abrazándolas-, ¡qué alegría de veros! -Nosotras a vosotros también-dijo Cris-, pero no podemos perder el tiempo. Tenemos que abrir la puerta. -Según las notas del abuelo de Sandra-dijo Araceli-, para pasar habrá que demostrar amor de verdad. -¿Amor de verdad?-dijo Cris-, ¿y cómo vamos a conseguir eso? En ese momento el reloj marcaba que quedaban 8 horas y el suelo se abrió separando a Fabio y Araceli de las otras tres. Entre medias surgió un río de lava que se agrandaba cada vez más. -¡Fabio! ¡Araceli!-gritaba Cris-¡salid de ahí! -No podemos salir-dijo Araceli. -Pues abrid la puerta-dijo Lola. -¿Cómo?-dijo Fabio. -Demostrando amor de verdad-dijo Cris. En ese momento el río de lava separó demasiado a Fabio y Araceli de las otras tres. Una nube de humo hizo que Lola, Cris y Mari Tere huyeran salvando sus vidas. -¡No!-gritaba Cris-¡Yo me quedo! ¡Fabio! ¡Araceli! -Cris tenemos que irnos ya-dijo Lola agarrando a Cris y llevándola casi a rastras. El río de lava comenzaba a subir a la superficie, a donde estaban Fabio y Araceli. Los dos se miraron atemorizados. Mientras, Sandra e Izaskun estaban atrapadas en el túnel. Había tres túneles de salida y no sabían cuál coger. -Yo creo que deberíamos echarlo a suertes-dijo Izaskun. -No-dijo Sandra-, con estas cosas no se juegan. -¿Entonces qué hacemos?-dijo Izaskun. -Tengo que pensar si las notas de mi abuelo mencionaban esto-dijo Sandra. -¿Ahora te vas a poner a pensar?-dijo Izaskun-, pues voy a empezar a elegir mi tumba. -Izaskun por Dios-dijo Sandra-, dos cerebros juntos piensan mejor que uno. -Vale-dijo Izaskun-, ¿por cuál vamos? -No lo sé-dijo Sandra. Mientras, Fabio y Araceli estaban pegados a la pared de la quinta prueba intentando huir de la lava que poco a poco estaba llegando a ellos. -Este es el fin-dijo Araceli-, me voy a morir sin decirle a Enrique que le quiero. -Tampoco es para tanto-dijo Fabio-, yo me voy a morir sin haberme tirando a un negro. -Mira que eres…-dijo Araceli. -Araceli-dijo Fabio-, mírame. Araceli y Fabio se miraron. -Yo te tengo un cariño muy especial-dijo Fabio-, hemos compartido muchas cosas. -Yo también Fabio-dijo Araceli-, no sé que sería la peluquería sin ti. Fabio cogió una mano de Araceli y acercándose a ella, los dos se fundieron en un solo beso. Al instante la puerta se abrió y los dos cayeron dentro. Capítulo 13: El último esfuerzo Fabio y Araceli cayeron sobre un frío suelo que casi parte sus huesos. -¿Estás bien?-dijo Fabio. -Sí-dijo Araceli-, quedan 7 horas. Acabemos con esto de una vez por todas. Fabio y Araceli miraron a su alrededor. Se encontraban en una cueva inmensa. En lo alto había una especial de roca con forma: era el centro del cúbilo. -Ahí está-dijo Araceli-, vamos. -No tan deprisa-dijo una voz a sus espaldas. Los dos se volvieron y vieron a un hombre con una pistola. -¡Corre Araceli!-dijo Fabio corriendo. Al instante se oyó un disparo que fue a parar a la pierna de Fabio. Éste cayó de dolor al suelo. -¡Fabio!-gritó Araceli acercándose a él. Mientras, la puerta de la quinta prueba se había cerrado y el río de lava seguía. Cris, Lola y Mari Tere se encontraban perdidas sin saber qué hacer. -Tenemos que encontrar alguna entrada a la quinta prueba-dijo Cris-, tenemos que entrar. -¿Para qué?-dijo Lola-, no sabemos si Fabio y Araceli han sobrevivido. Si no lo han hecho, el reloj ha sido destruido. -No puede ser-dijo Cris-, yo confío en que están vivos. -Yo también Cris-dijo Mari Tere. Mari Tere y Cris se abrazaron. Una lágrima cayó de los ojos de las tres. Mientras, Fabio continuaba sangrando de la pierna. -Dame el reloj y huye para curarle antes de que se acabe el mundo-dijo el señor. -Jamás-dijo Araceli-, ¿quién eres? -Me llamo Jay-dijo-, soy el jefe de la U.M.I. -Pues no te voy a dejar el reloj-dijo Araceli-, antes tendrás que cogerlo de mi bolsillo muerto. -Será un placer-dijo Jay apuntando a Araceli. -Quieto-dijo una voz detrás de Jay-, suelta el arma si no quieres quedarte más tieso que nada. Eran Sandra e Izaskun con una pistola cada una. Había elegido el túnel correcto que llevaba a la cueva. -Déjalos en paz-dijo Sandra-, yo soy la que buscas. La nieta del cadáver. -Ya lo sé-dijo Jay-, pero no voy a soltar la pistola. No estamos solos querida. Jay chasqueó los dedos y arriba aparecieron una docena de encapuchados con armas. -Así que vamos a acabar bien-dijo Jay-, me dais el reloj y luego os vais a elegir un lugar bonito donde morir. -Yo moriré intentando salvar el mundo-dijo Sandra-, como hizo mi abuelo. -Está bien-dijo Jay-, adiós guapa. Jay apuntó a Sandra pero al disparar no le quedaban balas. -¡Ahora!-gritó Sandra. Izaskun le golpeó pero consiguió huir. Una docena de encapuchados comenzaron a dispararles. Los cuatro se escondieron detrás de una roca. Fabio seguía muy herido. -Aguanta Fabio-dijo Araceli-, aguanta. Quedan 6 horas. Mientras, Cris, Lola y Mari Tere encontraron una pared destruida por la lava. -Vamos por aquí-dijo Mari Tere. -No-dijo Lola-, igual no es por ahí. -¿Tienes un plan mejor?-dijo Mari Tere. Las tres pasaron por el túnel antes de que la lava llegase a ellas. Mientras, la roca se estaba desintegrando y algunas balas les rozaban. -No podemos alcanzar el centro del cúbilo-dijo Araceli-, no hay manera. -Un momento-dijo Sandra-, ¿qué hace arriba Cris? Los cuatros se quedaron alucinados cuando vieron a Cris, Lola y Mari Tere salir de un túnel cercano al centro del cúbilo. Capítulo 14: El poder de lo más energético. Los encapuchados aún no habían visto a Cris y las demás. -Tengo un plan-dijo Sandra-, voy a ir al centro a tirarle el reloj a Cris. Vosotros distraed a los encapuchados. -De acuerdo-dijo Araceli-, pero yo voy contigo. -Ok-dijo Sandra. Al instante las dos salieron sin que nadie las viese ya que Izaskun estaba quitándose la ropa. -¡Toma Cris!-gritó Araceli. Pero Jay lo había cogido al vuelo -¡No!-dijo Sandra tirándose encima de Jay. Los dos peleaban por conseguir el reloj. Sandra lo alcanzó y se lo tiró a Cris con un grito: Jay le había clavado una navaja. -¡Sandra! ¡No!-dijo Araceli. Jay huyó mientras Cris colocó el reloj con la tuerca perdida en el centro del cúbilo. Al instante la cuenta atrás se paró y desapareció. Sandra estaba sangrando. Al instante una luz cegó la cueva. Cuando abrieron los ojos se encontraron en la carretera de la peluquería. -Es increíble-dijo Lola-, los hemos conseguido. -¡Llamad a una ambulancia ahora mismo!-gritó Araceli. La ambulancia llegó a tiempo y consiguió salvar a Sandra y a Fabio. Los dos se recuperaron en el hospital y, con el tiempo, volvieron a la peluquería. Una gran fiesta los recibía como héroes. Araceli se alegró mucho de que Fabio se salvase. Fabio estaba muy contento ya que la alcaldesa le había retirado la denuncia. Nadie sabía que ellos habían salvado el mundo. Cris subió a su casa y miró en su pantalón. Aún llevaba la nota que había encontrado de uno de los miembros del U.M.I.: “el poder de lo más energético”.

 

domingo, 19 de julio de 2015

Sexykiller

Capítulo 1: El comienzo


La historia comienza una noche del mes de Mayo, concretamente en una universidad de Madrid, algo apartada del centro de la ciudad. Son las dos y media de la madrugada, cuando el grito de un hombre despierta a todo el mundo.


El director, y todos los curiosos, se acercan a una zona de la parte de afuera, donde hay un chico desnudo muerto en el suelo con una navaja clavada en la frente. Todos se quedan alucinados y enseguida se llama a la policía y a una ambulancia.


Todos los estudiantes veían esa imagen sin saber qué había pasado. Solamente una de las estudiantes sabía la respuesta, una joven de 20 años llamada Bárbara Muñoz, la asesina.


Al día siguiente, todos los alumnos comentan la muerte del estudiante, mientras algunos acuden al entierro del chico. Javier, un chico algo empollón, ha sido el elegido por el director para organizar una fiesta por el aniversario de la universidad.


Él sólo sabe de números, y no tiene ni idea de organizar una fiesta. La escena comienza cuando Javier está en la sala de eventos de la universidad:


-¿Quieres que te eche una mano?-dijo Bárbara.


-¡Bárbara!-dijo Javier-, ¿qué tal?


-Aquí hablando contigo-dijo Bárbara.


-Ya por eso-dijo Javier-, es raro.


-Tú eres aquí el raro-dijo Bárbara-, adiós.


Javier pudo ver cómo Bárbara abandonaba la sala. Más tarde, Javier se encontró por los pasillos de la universidad a Raúl, su único amigo.


-¡Ey Raúl!-dijo Javier-, no te vas a creer quién se ha acercado hoy a hablar conmigo.


-¿Quién?-dijo Raúl.


-¡Bárbara!-dijo Javier.


-¿Muñoz?-dijo Raúl-, ¿Bárbara Muñoz?


-Sí-dijo Javier.


-Tú estás flipando tio-dijo Raúl.


-¡Que es verdad!-dijo Javier-, me ha dicho que soy raro.


-Es que eres raro-dijo Raúl-, prefieres quedarte en casa con tu ordenador antes que salir y tirarte a una buena piva.


-Hay gente que tiene preferencias-dijo Javier-, pero, ¿tú crees que le gusto?


-Yo creo que no-dijo Raúl.


Javier se quedó algo mal pero decidió seguir preparando la fiesta. En ese momento, el director del colegio hablaba con el jefe de policía que seguía el caso del joven fallecido.


-¿Me lo puede repetir?-dijo el director, Antonio.


-Creemos que el chico fue asesinado-dijo Félix, el jefe de policía.


-¡Eso es imposible!-dijo Antonio-, aquí no se puede colar nadie.


-Igual es que no lo hizo nadie de fuera-dijo Félix.


-¿Está insinuando que lo mató alguien de dentro?-dijo Antonio.


-O eso-dijo Félix-, o se suicidó, aunque sería bastante raro. El asesino está en esta universidad.


En ese momento, Bárbara entraba en su habitación para hacer algo.


Capítulo 2: Ella


BÁRBARA
Supongo que os estaréis preguntando por qué ha empezado esta historia así, es muy fácil. Yo estaba hablando tranquilamente con ese chico cuando me dijo que lo que yo decía era mentira, y eso es algo que no soporto, así que le maté. Tampoco es tan raro.


Bárbara estaba escribiendo algo en un cuaderno.


BÁRBARA
Aún no tengo una próxima víctima. Es la primera vez que mato a alguien y suelto el cadáver, por eso hay investigación de la policía. Siempre que mataba a alguno lo llevaba a una cueva que hay por aquí cerca, y la policía pensaba que el alumno se había fugado.


Bárbara cerró su cuaderno de golpe.


BÁRBARA
Creo que ya tengo próxima víctima. Probaré algo nuevo, un rarito.


Llegó la oscuridad de la noche. Javier estaba en su casa preparando un experimento en el que se obligaba a decir la verdad, pero nunca le funcionaba.


En ese momento llamaron a la puerta. Javier se acercó y la abrió: era Bárbara.


-¡Bárbara!-dijo Javier-, ¿qué haces aquí?


-He venido a verte-dijo Bárbara.


-¡Qué ilusión!-dijo Javier-, ¿quieres tomar algo?


-Sangre-dijo Bárbara.


-¿El qué?-dijo Javier.


-¡Es broma tonto!-dijo Bárbara-, tráeme un copazo.


-Ahora mismo-dijo Javier.


Javier fue a la cocina. En ese momento, Bárbara se levantó y sacó del pantalón un cuchillo grande. Cuando comenzó a andar para la cocina, sonó el timbre y tuvo que esconderlo.


Javier salió de la cocina y abrió la puerta: era Raúl.


-¡Vamos tío que salimos de marcha!-dijo Raúl.


-Imposible-dijo Javier-, estoy ocupado.


-¡Otra vez los ordenadores!-dijo Raúl.


-No es eso-dijo Javier-, tengo compañía.


Raúl se asomó y pudo ver a Bárbara.


-¡Ostras tío!-dijo Raúl-, ¡qué cabrón! Mañana me cuentas.


Raúl se marchó. Javier le entregó su copa a Bárbara y se sentaron los dos en el sofá. Después de hablar un poco, los dos se acostaron.


Capítulo 3: Intento


Amaneció al día siguiente. Javier estaba durmiendo en su cama, cuando Bárbara se levantó, cogió el cuchillo y se preparó para matarle, pero un golpe de la ventana hizo que Javier se despertase y la viese.


Al verla pegó un grito y salió a la calle corriendo. Al gritar que le querían matar, en pijama, todos creyeron que estaba loco. Javier fue corriendo a casa de Raúl.


-¿Qué pasa tío?-dijo Raúl-, ¿y qué haces en pijama?


-Tío ha sido horrible-dijo Javier-, ¡me ha intentado matar!


-¿Quién?-dijo Raúl.


-¡Bárbara!-dijo Javier.


-¿Matar?-dijo Raúl-, sería sexo. Algo raro para ti, y que igual lo confundiste.


-¡Qué no!-dijo Javier-, que no es nada de eso.


En ese momento llamaron al timbre y Raúl miró por la mirilla.


-Es Bárbara-dijo Raúl.


-¡AH!-dijo Javier-, ¡no la abras!


-Tío, no me trago la tontería esa-dijo Raúl-, Bárbara es súper pija, no una asesina.


Raúl le abrió la puerta.


-¡Cari dónde estabas!-dijo Bárbara.


-¡Aléjate de mí asesina!-dijo Javier.


-¿Asesina?-dijo Bárbara.


-Déjale-dijo Raúl-, no está acostumbrado al sexo y le ha sentado mal.


-¡No estoy loco!-dijo Javier-, ¡es una asesina!


-Anda cariño vámonos-dijo Bárbara.


-Yo me quedo aquí que tengo que ayudar a Raúl con una cosa-dijo Javier.


-Te veo esta noche entonces, en la fiesta-dijo Bárbara.


-Adiós-dijo Javier cerrando la puerta.


Raúl se quedó asombrado con lo que decía Javier.


-Esta noche-dijo Javier-, os demostraré a todos que ella es una asesina.


Capítulo 4: La fiesta


Todos los alumnos fueron por la noche a la fiesta aniversario de la universidad. Javier lo estaba preparando todo para que Bárbara confesase que ella es la asesina.


BÁRBARA
Una fiesta, y a oscuras, un sueño hecho realidad. Esta noche será mi nuevo asesinato, tengo muchas ganas de arrancarle el corazón a Javier.


Raúl también estaba en la fiesta, ya que quería disfrutar y ligar un poco sin pensar en lo que había dicho Javier sobre Bárbara.


La fiesta era un éxito. Javier se coló disfrazado y puso un poco de su experimento en la copa de Bárbara.


-Nunca me ha funcionado-dijo Javier-, este es el momento en el que tiene que hacerlo.


Javier fue a la parte superior de la sala y esperó a que los efectos comenzasen. Cuando llegó la hora se preparó:


-¡Bárbara Muñoz!-dijo Javier-, ahí la tenéis compañeros. ¿Una simple estudiante? ¿Qué oculta bajo ese disfraz de pija? Yo os lo diré: ¡asesina!


-¡Tío quieres bajar y dejar de decir tonterías!-dijo Raúl.


-¡No son tonterías Raúl!-dijo Javier-, que lo diga ella. ¿Eres o no la asesina Bárbara?


-Sí-dijo Bárbara.


Todos la miraron alucinados.


-Digo-dijo Bárbara-, ¿por qué he dicho eso?


-Ahí tenéis la respuesta-dijo Javier-, lo mejor será llamar a la policía. ¡Todos a ella!


En ese momento, los alumnos fueron hacia ella pero Bárbara sacó dos pistolas y comenzó a apuntar.


-El que dé un paso más-dijo Bárbara-, se llevará una bala de marcha, y para que veáis que digo la verdad.


Bárbara comenzó a disparar a las paredes hasta que la reventó y huyó de la sala. Javier bajó abajo y la vio huyendo.



-No le durará mucho la libertad-dijo Javier-, pronto la atraparé.