sábado, 8 de agosto de 2015

Cinema Movie

Capítulo 1: El Ladrón


Comienza una mañana de verano. Arancha Martínez se despierta para ir a trabajar una mañana más, aunque en realidad, su trabajo es en su casa. Arancha tiene una peluquería ilegal en su piso con una terraza de cinco metros cuadrados. Nunca olvidó cuando su marido Fernando murió por comprarle el piso: "Recuerda Arancha, yo siempre estaré contigo, lucha hasta el final". Después de desayunar llegó su ayudante Alan, que trabajaba por las tardes en un cine de la localidad. También Sofía, una chica obsesionada con sueños extraños de laberintos. Los tres comenzaron su jornada laboral como todos los días. Justo en ese momento, un rayo cayó sobre la casa y alguien robó algo que había en ella. Los tres se levantaron y descubrieron que el ladrón había escapado, pero había dejado algo: una foto.


Los tres vieron que era una foto de la catedral de Santiago de Compostela, por lo que decidieron hacer el Camino de Santiago para intentar atraparle. Al día siguiente, los tres comenzaron a realizar el Camino de Santiago para poder pillar al ladrón. En la mitad, descubrieron una huella con un nombre: Olma. Los tres descubrieron a un gurú haciendo yoga cerca de un albergue. Fueron corriendo a preguntarle sobre el ladrón. Éste les dijo que no sabía nada, pero que podía ayudarles en sus relaciones por diez mil euros a la semana. Los tres decidieron darle una paliza por si sabía algo más, pero se equivocaron. Por la tarde, decidieron descansar en una posada, allí vieron al ladrón tomándose una caña pero consiguió escapar dejando otra pista: el cine donde trabajaba Alan.


Capítulo 2: La Sala


Al día siguiente, los tres se prepararon para ir por la tarde a la sala de cine, allí el ladrón iba a volver a robar algo. Arancha, revisando su casa, descubrió que le habían robado el secador de su abuela, y era un objeto muy querido para ella. Por la tarde, Alan les abrió la puerta de atrás para que se colasen. Los tres se escondieron para intentar encontrar al ladrón. Allí vieron como el ladrón se llevó una parte de la tela de la pantalla. Los tres intentaron detenerle pero no hubo manera. Vieron que ladrón había dejado una nueva pista: era un mapa de una isla. Al día siguiente, fueron a la isla a intentar encontrar lo que se ocultaba, que el mapa ponía que era algo poderoso. Los tres fueron hasta la zona y descubrieron que había enterrado algo, lo desenterraron y descubrieron que era la primera edición del Monopoly.


Alan cogió los dados y tiró. La ficha de la plancha comenzó a moverse sola hasta que cayó en la casilla de la cárcel. En ese momento, la isla comenzó a crecer hasta que se convirtió en una especie de laberinto gigante. Sofía había tenido ese tipo de sueños. Justo en ese momento, apareció una pantalla donde el ladrón les daba la bienvenida al laberinto gigante. Les señaló tres puertas. Sólo una daba con la salida, pero cada uno tenía que entrar por una distinta. Alan entró por la de la izquierda, Arancha por la del medio y Sofía por la de la derecha. Alan se encontró con un niño pequeño en un parque. Éste le dijo que llevaba mucho tiempo atrapado en el laberinto, pero que juntos podían escapar, ya que tenía poderes. Los dos comenzaron a buscar juntos una salida.


Capítulo 3: El Edificio


Arancha encontró el rellano de un edificio. Allí pudo ver un gran árbol de Navidad. En ese momento, apareció una señora anciana llamada Inma, que llevaba mucho tiempo atrapada en el laberinto. Le dijo que si conseguían encontrar la estrella del árbol de navidad, conseguirían salir del laberinto. Las dos comenzaron a buscar el adorno. Mientras, Sofía se encontró en un una especie de edificio antigüo. Todo estaba a oscuras. En ese momento, encontró una cámara en el suelo. Apareció un chico, Ángel, diciéndole que llevaba mucho tiempo atrapado en el laberinto y que tenían que salir juntos, pero para eso tenía que grabar primero todo lo que viese a su alrededor. Sofía comenzó a grabar, el suelo, las paredes, y una especie de zombies que comenzaron a aparecer desde el piso de abajo.


Mientras, Alan y el niño se encontraron con una chica llamada Jilda Valan, que estaba buscando al ladrón, ya que le había robado un poderoso virus y tenían que detenerle. Los tres se vieron delante con muchos zombies. Jilda comenzó a disparar y Pedrito, el niño, a levantarlos con la mano. Alan vio que delante de ellos había un edificio, por lo que los tres decidieron entrar. Allí se encontraron con Arancha e Inma, que habían conseguido encontrar el adorno de navidad, pero tuvieron que huir con los otros tres al piso de arriba por los zombies. Se metieron en el ático. Allí se encontraron con Sofía y Ángel, que seguían grabándolo todo para poder salir del edificio, ya que ninguna de las tres puertas había conducido a la salvación. En ese momento, los siete escucharon un ruido: no estaban solos.


Capítulo 4: La Secuaz


Los siete encendieron las luces y encontraron la puerta de la salida al fondo. Pero en ese momento, apareció una joven vestida de pija con una pistola. Se llamaba Nosexysíkiller. Pedrito le quitó la pistola con sus poderes, y Jilda le disparó en todo el pecho. Los siete cruzaron la puerta y se encontraron de nuevo en la isla. Vieron como el ladrón estaba huyendo en un barco pirata, por lo que los siete se subieron en otro barco para poder escapar. Alan consiguió dirigir el timón genial, ya que se apellidaba Sparrago, como su padre. Los siete intentaron alcanzar al ladrón por mar. Justo cuando le alcanzaron, decidieron abordar el barco del ladrón. Éste se encontraba en un callejón sin salida, por lo que decidió entregarse. En ese momento, el barco chocó contra un gran bloque de hielo.


El ladrón comenzó a volar y despareció en el cielo. El barco estaba comenzando a hundirse, y únicamente había un bote. Ángel y Alan decidieron que se montasen las mujeres y los niños. Arancha, Sofía, Inma y Jilda se montaron y comenzarón a remar para poder encontrar tierra. Ángel y Alan ya daban todo por perdido, pero justo en ese momento Ángel descubrió que también tenía poderes y se teletransportaron a la ciudad, al piso de la peluquería ilegal. Cuando llegaron, fueron a la costa de la comunidad valenciana para rescatar a los demás. Todos se abrazaron, pero sabían que tenían que detener al ladrón porque, más tarde o más temprano, iba a volver a actuar por lo que decidieron contratar a una detective privada para atraparle, llamada Loren Labrel.



No hay comentarios:

Publicar un comentario