sábado, 1 de agosto de 2015

BuenAgente



Capítulo 1: La sorpresa


La historia comienza una mañana del mes de Septiembre, en el año... digamos 2011. Sebas, un policía municipal de 40 años, ha decidido montarle una fiesta sorpresa a su mujer Lola por su 40 cumpleaños para que sienta menos vieja.


Para ello ha convencido a sus dos hijos, Álex de 15 años, y Natalia de 17 años. También le ha costado convencer a su suegra Casilda de... bueno la edad en este caso no se dice, porque no es bueno decir que tiene 60 años. Casilda vive en uno de los pisos de enfrente junto con su hijo Teo, de 32 años, un caso aparte y hermano de Lola. Sebas decide invitar también a su mejor amigo de toda la vida, Agustín, de 42 años, psicólogo. Y no podían faltar su gran amigo Pascual, de 39 años, que regenta el bar del barrio. Y a la mujer de Pascual y amiga de Lola, Charo de 38 años, que regenta la farmacia del barrio. El matrimonio vive en la casa de al lado.


Justo cuando están todos preparados llaman al timbre Ana y Olivia, de 32 y 34 años de edad respectivamente. Viven en uno de los pisos de enfrente y son las inquilinas de Pascual y Charo, y acuden a verles por un pequeño problema "sexual" de Ana, atada con unas esposas al cabecero de la cama.


Justo en ese momento, todos se esconden y Lola entra por la puerta. Cuando Sebas le va a dar la gran sorpresa Lola le dice que quiere separarse de él. En ese momento salen todos y dicen "SORPRESA". Sebas se queda alucinado y todos, al ver la situación, se van del piso. Nata y Álex se van a sus habitaciones.


-¿Cómo?-dijo Sebas.


-Verás Sebas-dijo Lola-, llevo un tiempo pensándolo y creo que deberíamos separarnos. Esta relación no funciona.


-¿En qué te basas para decir eso?-dijo Sebas.


-En que ya no hacemos casi cosas juntos, no follamos por decirlo así, y varias cosas que no quiero decir-dijo Lola.


-No, no-dijo Sebas-, dílas.


-No quiero decirlas-dijo Lola-, lo siento pero he tomado esa decisión.


-De acuerdo-dijo Sebas-, ya te arrepentirás.


Sebas cogió y salió de la casa. Lola por fín le había dicho a Sebas lo que llevaba ya un tiempo queriendo decirle.


Capítulo 2: Las reacciones


Al día siguiente, la noticia de la serparación entre Lola y Sebas era una gran noticia. En al bar de Pascual, Teo le comentaba que igual su hermana tenía otro hombre.


-Fijo-dijo Pascual-, pero eso no se lo digas al Sebas.


En la farmacia, Olivia y Charo no podían evitar comentarlo con Casilda.


-Ya le diré tres cosas bien dichas a mi hija-dijo Casilda-, está cometiendo un gran error.


-O no señora Casilda, porque igual su hija ya no le quiere-dijo Olivia.


-Eso es una tontería-dijo Charo-, además tú que sabrás, si no te comes una rosca.


Esas palabras hicieron daño a Olivia que a la salida del trabajo subió corriendo a casa y se encerró en la habitación a llorar. Cuando llegó Ana, fue a la habitación a hablar con su amiga.


-Olivia no le hagas caso-dijo Ana-, bastante tiene ella con aguantar a su marido.


-Pero es que tiene razón-dijo Olivia-, jamás voy a encontrar a nadie. Soy fea.


-No eres fea-dijo Ana-, y te lo voy a demostrar. Mañana nos vamos de juerga.


-No-dijo Olivia.


-No acepto un no por respuesa-dijo Ana.


Las dos amigas se abrazaron. Por la noche, Lola salió de su casa y se dirigió a un parque. Allí se encontró con su amante: Agustín.


-Esto no puede seguir así-dijo Lola-, tenemos que contar que estamos juntos.


-No lo veo como una buena idea-dijo Agustín-, Sebas me mata.


-Sebas tendrá que aguantarse-dijo Lola-, llevamos ya seis meses a escondidas.


Capítulo 3: De juerga


Lola y Agustín decidieron esperar unos días para saber si decirlo ya o esperar un tiempo. Al día siguiente, Pascual se presentó en casa de Ana y Olivia para cobrar el alquiler. Éstas le digeron que aún no lo tenían. Pascual les dio un ultimátum: o el alquiler, o a la calle. Ana y Olivia lo tenían claro: tenían que buscar un compañero de piso.


Más tarde, Sebas se presentó en casa de Lola para ver a los niños. Aprovechó para intentar hablar con Lola y arreglar las cosas pero lo único que consiguió es recoger todas sus cosas y marcharse de la que había sido su casa los últimos 20 años.


Olivia vio a Sebas y le ofreció la habitación que tenían disponible. Sebas aceptó, pero la idea no le hizo mucha gracia a Ana. Más tarde, Álex y Natalia volvieron de clase e intentaron hablar con su madre para que arreglase las cosas con su padre, pero tampoco consiguieron nada.


Por la tarde, Teo fue a ver a su amigo Toni, el que le pasaba algo de maría. Cuando la había conseguido, Toni sufrió un infarto en mitad del parque. Teo aprovechó para coger la bolsa de su amigo con toda la maría y llamar a una ambulancia después.


Por la noche, Olivia y Ana salieron de juerga para que Olivia ligase. Sebas estaba muy cómodo disfrutando de su nueva casa. Justo cuando iba a ver una peli, llamaron al timbre: era Agustín.


-Me alegro de verte-dijo Sebas-, necesito un amigo en estos momentos.


-Para eso estamos-dijo Agustín.


-Te voy a confesar algo-dijo Sebas-, creo que Lola está con otro.


-No lo creo-dijo Agustín-, seguro que serán suposiciones tuyas.


-No lo son-dijo Sebas-, y en cuanto le encuentre, le mato.


Agustín se asustó un poco y fue a ver a Lola para decirle que aún no podían contar lo suyo. Lola empezó a pensar que igual Agustín no confiaba en la relación. Al día siguiente, Olivia se despertó en su cama con una resaca increíble y de nuevo, sola.


Capítulo 4: La venta


Olivia fue al salón pero no había nadie. Al rato salió Sebas para prepararse el desayuno.


-Sebas-dijo Olivia-, ¿y Ana?


-En su habitación con algún maromo-dijo Sebas.


En ese momento, salió un chico guapísimo de la habitación de Ana y se marchó de la casa. Al momento salió Ana.


-¡Estoy harta!-dijo Olivia-, ¡soy fea! Siempre ligas tú y no yo.


-Ayer fue una noche complicada-dijo Ana-, hoy lo volvemos a intentar.


-No-dijo Olivia-, yo hoy no salgo. Y me voy a duchar que me tengo que ir a trabajar.


Al rato, Lola fue al bar, ya que había quedado con Charo, la única que sabía lo suyo con Agustín.


-No creo que se esté echando para atrás en vuestra relación-dijo Charo.


-Yo ya no sé qué pensar de verdad-dijo Lola.


-Lo que tienes que hacer es decírselo ya a Sebas-dijo Charo-, en cuanto no tengáis que esconderos, irá todo mucho mejor.


Por la tarde, Teo había quedado con unos amigos para venderles algo de marihuana y sacarse unas pelillas gracias al fallecimiento de su amigo. En ese momento, apareció un coche de policía y no tuvo más remedio que tirar la marihuana a una fuente.


Capítulo 5: La decisión


Al día siguiente, Ana se encontró al salir de su casa con Teo, que le vio algo frustrado. Ana decidió invitarle a un café para hablar las cosas. Tras un rato, Teo estaba empezando a sentir algo muy especial por Ana.


Por la tarde, Lola había decidido contarle a Sebas que su novio era Agustín. Por lo que decidió no decirle nada a éste por si acaso. Sebas apareció en casa de Lola y se sentó en el sofá.


-Sebas tengo algo que decirte-dijo Lola.


-Te perdono-dijo Sebas.


-¿Cómo?-dijo Lola.


-Que te perdono todo esto que ha pasado y que volvemos a estar juntos-dijo Sebas-, ahora voy a por mis cosas.


-No Sebas-dijo Lola-, no era eso.


-¿Entonces?-dijo Sebas.


-Quiero que te enteres por mí-dijo Lola.


-¿De qué?-dijo Sebas.


-Estoy con alguien-dijo Lola.


-¿Qué?-dijo Sebas-, ¿con quién?


-Eso ahora mismo no puedo decírtelo-dijo Lola.


-¿Con quién?-dijo Sebas.


-Con Agustín-dijo Lola.


-¿Cómo?-dijo Sebas.


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